Un día cualquiera sólo dejó de recibir notas.
Las extrañaba demasiado, pero era algo que no admitiría en voz alta. Si comenzara a contar las cosas que jamás se realizaron, tal vez nunca terminaría. Aún tenía la esperanza de que cierto chico regresara.
No habló con nadie más sobre aquellas notas, porque eran un secreto, de sólo él y su chico misterioso. Está abatido, porque algo en él arde y quema.
Y supone que esa pequeña huella quedará para siempre en su ser, y es que, ¿cómo darle un final a algo que jamás inició?
Cierta persona una vez comenzó a escribirle a un chico,
Cierta persona estaba aterrada de sí misma, no confiaba en lo que era capaz de lograr.
Se llenó de dudas, temores e inseguridades.
Prefería llenarse a base de ilusiones, sentía que estaba segura en el qué pasará.
Cierta persona se enamoró de un chico de ojos azules, Comenzó a escribirle en un día cualquiera, de un año cualquiera.
Y tan fácil cómo llegó, inmediatamente desapareció.
Cierta persona, además de lidiar con sus temores, luchó contra el tiempo. Y eventualmente perdió.
Cierta persona tenía el poder de escribir la más bonita historia de amor, y prefirió poner puntos suspensivos...