𝑀𝑢𝑡𝑒 ( 𝑁𝑎𝑚𝐽𝑖𝑛 )

𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 1

𝙈𝙪𝙩𝙚

"𝐴𝑚𝑜𝑟 "
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Las horas pasan lentamente mientras el camión viaja a 60kmh recorriendo las pequeñas calles de el pequeño pueblo de Gwangju lejos de Busan perdiéndose entre los bosques poblados y casas a la lejanía una de otras, siempre deteniéndose en los distintos puntos de cada parada para recoger y bajar gente que saludan con una sonrisa a el ya conocido anciano que conduce el camión, el pueblo es tan pequeño que todos se conocen y es raro que lleguen visitantes a el lugar por lo que se diría que es normal que se sorprendieran por ver una cara nueva en el viejo camión que recorre el pueblo a la ciudad y no puedo evitar suspirar por lo desagradable que es el tener las distintas miradas de los pasajeros que toman asiento preguntándose seguramente cualquier estupidez acerca de mi.

Cierro los ojos escuchando las gotas de agua chocar contra el pavimento y la ventana produciendo un sonido relajante, acomodo mejor mi capucha para tapar lo que la gorra no tapa de mi rostro, al igual que el tapabocas que decora de forma misteriosa y me esconde de todos, inhalo profundamente y me recuesto en la ventana esperando llegar en la noche a mi destino.

Al parecer esa chica pelirroja habia llamado mucho la atención para ser una prostituta, quien diria que despues de decenas de personas asesinadas su muerte al fin alertaría a la policía a investigar más a fondo y no solo recoger los pedazos y limpiar los lugares en donde estaban los cuerpos. No miento al decir que fue realmente una sorpresa el ver que el caso de las 34 chicas asesinadas y encontradas a lo largo de Busan iba a ser finalmente investigado despues de seis meses de haber aparecido la primera victima.

Sonrió al acordarme de la primera victima de ese numero de asesinatos, esa linda castaña, mi primer obra de arte, una chica hermosa con senos gigantescos y una mirada coqueta, no habia dejado de seguirla desde que la vi, nunca me habia animado a hacer lo que mi mente y corazón me pedía, esos impulsos de idolatrar a las mujeres a mi manera cubiertas de ese hermoso color rojizo por todo su cuerpo como un lienzo esperando a ser utilizado y embellecido, miles de ideas se venían a mi cabeza y eran dibujadas y escritas muy explícitamente en lo mas oculto de mi computadora, y por fin después de pensarlo por meses lo logre.

Su mirada conecto con la mía, no habia timidez en ella como me lo esperaba y sus tacones resonantes junto con su minúsculo vestido habian logrado calentarme, sabia bien a lo que se dedicaba pero eso no le quitaba lo hermosa y deseable que se veria con lo que haría, sus manos pasaron desde mis hombros hasta mi miembro y su seductora voz hipnotizó mis oídos ante su tentadora oferta de darme una buena mamada atrás de aquel viejo cine por aquellas avenidas concurridas ,y que sin duda termine aceptando, sus labios en mi polla, sus ojos en los míos, mis manos en su nuca y sus pechos mostrándose tentando a la suerte, no se quito cuando por primera vez me corrí como un loco en sus labios al pensar en lo hermosa que se vería en mi cama llena de su propia sangre y saliva, ella trago todo como una buena chica y eso me incentivo a confirmar lo que ya sabia más que bien, ella era la primer musa en mis manos, aquella que retrataría y embellecería en mi mente y despues dibujaría en lo mas recóndito de mi computadora, mi mano voló por si sola a su cara, esta ni siquiera grito al ser golpeada, ni lloro cuando mis manos tomaron su cabello y la golpee hasta que esta cayo inconsciente, mi primer obra de arte habia sido todo un éxito, sus labios estaban llenos de sangre decorando como lápiz labial, sus mejillas estaban rajadas y sus pezones estaban quemados, era perfecta con ese color vino que recorría su cuerpo y aquella cicatriz gigantesca a lo largo de su cuello lo hacia verse aun mas hermosa, fue mi primer obra de arte y como buen artista deje mi firma en el dedo anular de la obra, una " K " como firma de un autor desconocido, fue facil deshacerme del cuerpo aun que fue doloroso cubrirlo con esas bolsas negras que no dejaban ver la obra de arte que se habia convertido la linda peliroja cubierto y enterrado en ese terreno vacío y aun no descubierta. Una de todas esas obras que aun no habian descubierto despues de haber vivido años fuera de Corea.

La sangre viajaba y pintaba en toda pieza de ropa quemada al fondo de ese pequeño basurero detrás de esa cafetería famosa que tanto me gustaba ir a esperar a mi siguiente victima, me encantaba tomar ese capuchino frio al lado de alguna de las ventanas viendo pasar a las acarre riadas personas pasar y correr a sus trabajos y por que no, a alguna que otra joven distraída, esas eran las presas fáciles.

Con solo una mirada y una sonrisa podía tener en la bolsa a cualquier adolescente interesado en algo serio y no era mas que unas simples palabras para que la confianza creciera y te siguieran a cualquier parte tal cachorro.

Patético...

Abro los ojos con acomodándome en mi lugar viendo el camino oscuro de la carretera y me pregunto cuanto tiempo pensando y recordando, y talvez durmiendo en alguna que otra ocasión ha pasado, mis ojos se desvían a donde me siento vigilado topándome con una pequeña niña mirándome atentamente unos cuantos asientos mas adelante mío acompañada con su madre aun lado sin siquiera interesarse en ella, sonrió a mis adentros antes de sacar la pequeña navaja y mirar hacia los asientos de atrás asegurándome de que nadie este cercas para sonreír atreves de el cubrebocas y subir un poco mi manga liberando la pálida piel llena de cortes ya cicatrizados y enterrar la punta de la navaja antes de arrastrarla haciendo un corte en ella con la mirada atenta de la pequeña quien me mira con temor y sonrió para mis adentros antes de mostrarle la cuchilla de navaja llena de sangre y pasarla por mi cuello antes de apuntarla.

Me levanto con rapidez riendo en mis adentros al escuchar el llanto de la pequeña y la voz preocupada de la madre quien intenta callarla mientras que el autobús se para por completo abriendo las puertas permitiéndome bajar antes de seguir su camino escuchando una ultima vez el llanto de la pequeña.

Miro a todos los lados esperando ver algún lugar en donde pasar la noche sin importarme por completo que las gotas de agua empapen mi ropa, camino por las oscuras calles de el pequeño pueblo buscando cualquier parte para descansar, mis labios están secos por la falta de agua y no dudo en quitarme el tapabocas por unos instantes sintiendo el agua salada caer directamente a mi rostro humedeciéndolo todo a su paso, suspiro sonoramente disfrutando el olor a tierra húmeda, mientras tomo fuertemente la mochila en mi hombro antes de adentrarme a el espeso bosque delante de mi sin siquiera preocuparme por donde llegare.

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