that boy is a monster. ©

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⠀⠀𝕷a luz del sol naciente se infiltra entre las cortinas, sutilmente acariciando su impoluta piel anunciando un día más, pretendiendo ser agradable cuando aún no superaba lo anterior. Había sido un desafío conciliar el sueño cuando el suceso todavía la atormentaba sólo a unas horas de acontecer.

⠀⠀Las garras blancas siendo portadas por esas manos totalmente corroídas por la oscuridad y putrefacción a nada de tomarla estremecían su ser por completo. Evidentemente, no pudo dormir bien. Las ojeras bajo sus avellanas la delataban, pero debía hacer lo máximo para dar lo mejor en ese día, apenas comenzaba su jornada, lo pesimista no iba con ella. Lo que la motivó a animarse fue ni más ni menos que Jason. Y al recordarlo consigo vinieron todas esas preguntas que a noche complicaron su sueño.

⠀⠀En lo que se levantaba para preparar su desayuno a su mente fue a parar el momento preciso en que lo conoció, justamente; ayer. Alistó la sartén y un par de huevos, analizando mentalmente cuán atractivo era y el extra, de ensueño. Se toma el tiempo para digerir que había conocido a un caballero, del cual pocos como él habitaban la tierra.
⠀⠀Rocía con el atomizador de mantequilla en spray a la sartén ya caliente para que de inmediato quebrar el cascarón del primer huevo y escucharlo chillar al entrar en contacto con lo hirviente, aumentando su apetito. Hace lo mismo con el segundo huevo -el cual se le rompió-, alcanzando la pimienta y la sal para condimentar, situando ambas al lado de la estufa.

⠀⠀¿Debería mejorar su apariencia para gustarle? aunque creía que el físico era solamente un plus, un chico como aquél no llegaba a menudo, el que le hubiese dicho lo hermosa que era, en definitiva, había elevado su ego. ¿Se sentía afortunada? claro que sí.

Justamente al terminar su desayuno merendó, bebiendo un zumo de naranja recién hecho para acompañar y de paso, irse alistando para ir de paseo. Aunque no había clases ese día, le gustaba estar activa desde temprano. Sus padres vivian en la otra parte de la ciudad y desde que comenzó la licenciatura en psicología había decidido mudarse a un departamento cercano a la sede, todo para no tener problemas en el transporte. Ahora le quedaba prácticamente cerca y sólo eran unos cuantos minutos caminando.
⠀⠀Claro, todo con ayuda de sus padres y unos cuantos esfuerzos suyos para no ser una carga completa. Desde pequeña había aprendido a ahorrar, un buen hábito que si bien, le ha ayudado muchísimo desde su independización.

⠀⠀Llevó los recipientes y platos sucios al lavadero para dejarlos impecables apoyados detrás de la llave, escurriendo, para de inmediato ir a ducharse, tomando lo más simple en cuanto a vestimenta, no siendo muy fan de llamar la atención.

⠀⠀Simples jeans ajustados, una camiseta suelta, accesorios sencillos tales como un collar con un anillo de dije, aretes y de calzado unas botas de charol. Así mismo, toma su mochila para salir. Planeaba ir sola, pero no todo salía como quería, pues ya tenía a la hiperactiva Helena bombardeando su telefone con cientos de mensajes. Samantha con divertido fastidio puso en blanco sus ojos, al menos tendría compañía.
⠀⠀Su mejor amiga la citaba frente a una boutique de alta clase, ¿por qué? no lo sabía, pero a juzgar del tono de sus mensajes era algo realmente importante y emocionante. Por lo que antes de partir hizo una parada en una cafetería, le apetecía un latte; en la espera vislumbrando por el gran ventanal del local un Audi R8 V10 en negro pasar, quedando algo extrañada y a decir verdad, maravillada, internamente era fan de los automóviles y cosas por el estilo, por lo que ese coche pasar ganó la mirada atenta de Samantha.