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Tanto Klaus Mikaelson como Isabelle Flores se quedaron sin aliento cuando se miraron

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Tanto Klaus Mikaelson como Isabelle Flores se quedaron sin aliento cuando se miraron. No había otra forma de describir la forma en que los dos se sentían en ese preciso momento.

Finalmente había llegado el día que ambos esperaban. Se habían escrito cartas el uno al otro durante tanto tiempo que parecía como si la esperanza de que los dos se encontraran fuera una idea muy lejana.

―Eres tú―hablaron ambos al mismo tiempo.

Los dos comenzaron a caminar lentamente hacía la dirección del otro, todavía sin creer que lo que estaba sucediendo fuera cierto. Fue entonces cuando una voz hablo detrás de ambos.

―Isabelle, tenemos que irnos―habló Kathrine a espaldas de Isabelle.

Isabelle había cerrado los ojos, dejado escapar un suspiro de frustración, sin entender por qué el universo no le daba un momento de paz.

Por otro lado, cuando Klaus vio quién estaba detrás de Isabelle, sus ojos se abrieron momentáneamente en estado de shock. En realidad, toda la familia Mikaelson que estaba sentada detrás de Klaus, excepto Hope, se sorprendió.

No habían escuchado ni visto a Katherine en mucho tiempo. Se había vuelto casi como un fantasma, había pasado el tiempo suficiente para hacerles creer que quizás había elegido permanecer lo más lejos posible de la familia.

Darle a la familia Mikaelson alguna forma de paz momentánea.

―Lo siento―le susurró Isabelle a Klaus.

No era como si no tuviera otra opción, la tenía. Sin embargo, estaban sucediendo demasiadas cosas a la vez.

Isabelle había esperado pasar su tiempo aquí recordando cómo conoció a Klaus, sin volver a verlo en realidad. Era cierto que querían verse, estaba ahí, nunca se había ido. Incluso había llegado un punto en el ambos habían decidido que sus caminos nunca se cruzarían.

Isabelle se dio la vuelta y comenzó a caminar hacia la puerta del Grill, pero se detuvo cuando escuchó hablar a Klaus.

―Por favor, no te vayas―dijo Klaus.

Para una persona normal, sonaría como un simple susurro.

Algo que se dice cuando dos personas se cruzan, pero Isabelle lo había escuchado alto y claro. No quería irse, pero tampoco había esperado ver al hombre que había estado en su mente por años. Fue inesperado y en este caso, tuvo que priorizar a su mejor amiga.

No estaba preparada para afrontar lo que vendría cuando tuvieran que hablar una vez más.

Por lo tanto, Isabelle dijo una vez más ―Lo siento―mientras se alejaba de Klaus.

Klaus sabía que ella no tenía la intención de dejarlo, sin embargo, en ese momento se sintió como si fuera un tonto por creer eso. Quería creer que ella tenía los mismos sentimientos que él por ella, pero ¿cómo podía irse tan fácilmente?

Él creyó que tal vez los sentimientos que tenía por ella fueron inútiles, pero en realidad, la conexión que tenían era solo unilateral.

Isabelle, por otro lado, había dejado el Grill con el corazón pesado. Finalmente había encontrado al hombre que había estado en su mente durante más de una década, y tenía una oportunidad.

Una oportunidad para pasar más tiempo con él, para mostrarle los sentimientos que había estado guardando durante más de una década.

―No vuelvas a hacer eso, Katherine―declaró Isabelle.

No estaba dispuesta a ser amable con su mejor amiga en ese momento. La habían alejado del hombre que había estado en su mente durante más de una década cuando en realidad había querido quedarse con él.

Para hablar con él.

Estar cerca de él.

Para demostrarle sus sentimientos.

Sin embargo, los dos se verían muy pronto.





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DI NO A LOS LECTORES FANTASMA.

Todos los derechos y créditos reservados a la autora original: --mikaelson

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