HOLIDAYS WITH AKATSUKI © [editando]

Q U I N C E

"MOTES"

~Un mes después.

—¡¡Lechuga!! ¡Lechuga, ¿dónde estás?! "Mierda, ¿dónde se habrá metido?" —Dio un largo suspiro.

—Hey Kimi —la llamaron haciendo que esta se sobresaltase.

—¿Qué pasa Hidan?

—Sabes que después de una misión tienes que ir a reportar al líder, ¿no?

—Si... lo que pasa es que...

—¿Qué pasa?

—Es que no encuentro a la lechuga con patas.

—¿Lechuga con patas? —preguntó aguantándose la risa.

—Si ese Zet como se llame bicolor —explicó.

—¿Te refieres a Zetsu? —alzó una ceja.

—Si, eso mismo.

—¿Y por qué lo llamas así?

—Los nombres siempre se me olvidan así que pongo motes para reconocerlos, reconoceros —se encogió de hombros.

—¿Y qué mote tengo yo? —preguntó frunciendo el ceño.

—Me suelo acordar de tu nombre, pero si lo quieres saber... —pronunció encogiéndose de hombros, Hidan asintió y ella continuó—. El loco de la guadaña  —aclaró a lo más normal.

A Hidan no pareció molestarle, pero de todas formas le alegraba que se acordara de su nombre.

—Bueno yo me voy a seguir buscando a la lechuga —suspiró exasperada.

—Y hablando del rey de Roma —señaló el mayor.

—¿Hablaban de mí? —preguntó Zetsu apareciendo detrás de Kimi.

—Kimi te estaba buscando —comentó.

—¿A si? ¿Y eso? —preguntó extrañado.

—¡¿Y cómo no buscarte baka?! ¡¡Si tenemos que ir a reportar a Pain!! —exclamó notoriamente enfadada.

—Si es por eso no te preocupes, ya lo he hecho yo —explicó calmado.

—Ya lo has... ¡¿Pero qué?! ¿Cuándo?

—Ahora, acabo de llegar de hacerlo, ¿recuerdas?

—Pues podrías haber avisado —hizo un puchero.

—Ahora ya da igual —se dio la vuelta y salió de la sala, antes de salir se dio la vuelta y se dirigió a Kimi.

—Por cierto, el líder dice que te puedes tomar el resto del día libre.

—¡Bien! —exclamó estirándose.

—Ya extrañaba esto—pronunció el albino que aún seguía allí.

—Si o qué —lo miró Kimi.

—Sí últimamente hemos tenido muchas misiones y todo ese royo, ¿te apetece dar una vuelta?

—Vale —se encogió de hombros la azabache.

~En el bosque.

—Vas muy callada —comentó Hidan.

—La culpa es tuya —rió la chica.

—¿Mía? —se autoseñaló.

—Si tuya, eres tú quien no me da tema de conversación.

—En ese caso... Cuéntame, ¿cuáles son los motes de los demás de la organización?

—¿Para qué quieres saberlo? —lo miró discretamente.

—No sé, supongo que serán graciosos —el jashinista se encogió de hombros.

—¿Qué te ha hecho llegar a esa conclusión?

—Que los has puesto tú.

—¿Y eso qué tiene que ver?

—Bueno... tú eres la persona más divertida que conozco.

—¿Tratas de halagarme? —preguntó divertida.

—No, solo digo que me gusta tu humor. ¿Me los vas a contar o no?

—Está bien. El tuyo ya lo sabes, el de la lechuga también, a Kisame le llamo sushi con patas o cuando me enfado con él aliento de pescado, a Deidara rubio aunque creo que eso ya te habrás dado cuenta, al avaro de Kazu como se llame avaro o sábana mal cosida cuando me enfada, a Sasori lo llamo Danna, a Pain líder, a Tobi lolipop y a Konan todo menos Konan.

Mientras decía eso Hidan se estaba muriendo de la risa.

—Son muy buenos,te gusta joder, ¿eh?

—Si, esa es mi especialidad —sonrió.

—Pero... ¿e Itachi?

—¡¿Eh?!

—A Itachi no lo has mencionado, ¿ese no tiene?

—Itachi, Uchiha o mister misterio.

Justo en ese momento Hidan estalló a carcajadas.

—Ese último es realmente bueno, ¿enserio te deja que le llames así?

—Si.

—Pues que suerte tienes, le llamo yo así y acabo sin cabeza.

—No exageres —dijo riendo.

—No exagero. Oye he oído que cuentas buenos chistes.

—Y ahora quieres que te cuente uno,¿cierto?

—Sí, si no es molestia.

—Bien, veamos... esto era un pollito que levantó una pata y le dio tanto gusto que levantó la otra y se cayó.

Mientras que Hidan y Kimi reían un hombre medio tiburón apareció.

Mmm... que raro Hidan.

—¿A qué te refieres?

—A que no la estás violando.

—Yo no hago eso —se defendió indignado.

—Ya claro, a todo esto Kimi el líder te llama.

—Será amargado, acabo de llegar de una misión y ya me está mandando a otra —susurró para sí misma.

Después se despidió del jashinnista y de Kisame y se dirigió a la casa dónde vivían.