Juegos Del Destino-Happy JiMin Birthday

02. 𝕄𝕒𝕖𝕤𝕥𝕣𝕠 ℍ𝕖𝕣𝕞𝕠𝕤𝕠

Esᴄʀɪᴛᴏ Pᴏʀ: Mun_Shien7

Sʜɪᴘ/Cᴏᴜᴘʟᴇ: JɪɴMɪɴ

Pequeño y dulce, era de las descripciones más acertadas para el niño de tan solo 10 años. Park JiMin, o cómo le gustaba que lo llamaran, "Minnie" o "bolita de arroz", aunque este último apodo se lo venía diciendo uno de sus tantos profesores. Era algo exclusivo entre ellos.

Kim Seokjin, profesor de literatura con 4 reconocimientos por sus excelentes cualidades de enseñanzas, actualmente se encuentra siendo profesor en una de las mejores academias privadas del país, enseñando a adorables cachorritos todas las tardes.

El joven profesor, se encontraba caminando con su característica y llamativa taza de café, siendo esta de un precioso y pálido color rosado. Se dirigía con un poco de prisa al aula de sus jóvenes y preciosos estudiantes, podía sentir como su zorro interior chillaba de emoción por tener la ilusión de ver al lindo cachorrito que había faltado casi una semana por estar enfermito, recuerda como su animal interior casi muere de desesperación al no saber nada del hermoso niño, aunque seguía sin comprender completamente esa desesperación y necesidad de tener al pequeño cerca, de protegerlo y no permitir que nadie, aparte de él, se le acercara; hubo un día en que este sentir le asustó de sobremanera cuando tomó conciencia de sus actos, resultado del acercamiento de un ex trabajador al pequeño y él, como el gran señor "racional" que es, casi se le tira encima al hombre para apartarlo del pequeño. Una completa locura. Desde ese momento había pasado los últimos dos meses leyendo sin parar sobre sus "síntomas", hasta había ido donde una ¿espiritista?, ¿médium? Ni siquiera sabe que era esa extraña mujer, pero había ido porque la mayoría de libros decía que se iba a morir o que ese pequeño era su...
Sus pensamientos fueron cortados al llegar al aula, pudo verlo ahí, sentado jugando con sus plumones, dibujando hermosas flores alrededor de su cuaderno, soltando pequeñas risitas al ver lo bonito que estaba quedando, con sus dos amiguitos alrededor de él, sonriendo y apretando sus esponjosas y suaves mejillas que una vez pudo acariciar. Respiró profundamente sintiendo como un fuerte y gratificante aroma a caramelo casero y limón invadía todo su ser. Su animal interno chilló con desespero al encontrar el origen de tan magnífica fragancia, grande fue su sorpresa al darse cuenta y procesar al fin que su hermoso niño se había presentado en un omega... "Mi precioso omega". Se sobresaltó al escuchar como la voz del zorro invadía su mente "mi omega, mi omega". ¿Su omega? ¿Acaso los libros y la extraña mujer tenían razón? ¿Ese pequeño niño que es dos décadas más joven podría ser su mitad?

— Mío—su voz salió profunda, y eso lo espantó de sobremanera, al parecer esa loca mujer tenía razón. Moviendo su cabeza de un lado a otro apartó cada pensamiento de posesividad del animal que deseaba salir de su ser.

Avanzando ya con más tranquilidad saludó a toda la clase de pequeños niños, ofreciéndoles la mejor sonrisa y manteniendo su mirada un tiempo indefinido, pero el suficiente para apreciar la preciosa sonrisa que le daba su alumno estrella. Cómo amaba verle sonreír, ya que sus bonitos ojitos se transformaban en dos rendijas en forma de luna menguante.

— Buenas tardes, pequeños, ¿están listos para comenzar la clase?—preguntó con suavidad y elegancia, característica de él.

— Si, profesor Kim. ¡Tenemos todo listo!—respondieron todos los alumnos en coro, haciendo que su pecho se infle de orgullo por tan maravillosos estudiantes.