Juegos Del Destino-Happy JiMin Birthday

12. 𝕊𝕦𝕖𝕟̃𝕠𝕤 𝕪 𝔸𝕞𝕠𝕣

Esᴄʀɪᴛᴏ Pᴏʀ﹕Benigbe_Castillo

Sʜɪᴘ/Cᴏᴜᴘʟᴇ﹕ YᴏᴏɴMɪɴ

Dulces y frías mañanas de octubre que abrigaban los corazones sedientos por una muestra de afecto, meses donde la calidez natural se ausentaba y dejaba en evidencia a los solitarios gruñendo y llorando a la madre luna por acabar su sufrimiento en agonía sin nadie a su lado.

La vida de un adulto sin su otra mitad parecía ser bastante divertida, buscando y tentando al universo por algo de entretenimiento mutuo en acuerdos donde ningún corazón sufría si no se comprometían a algo más allá de un "veremos", nadie quería enamorarse de otra persona que podría dejarle en un futuro al encontrar a su destinado, nadie deseaba sufrir un corazón roto de esa magnitud.

Un solitario alfa que había esperado por años, sueños hermosos donde una media naranja le sonreía y se acurrucaban juntos antes de dormir, despertando con un suave beso y preparando el desayuno para los cachorros que nacieran de ese idílico romance. El destino de verdad era cruel.

Cada noche bebiendo una sola copa de ese exquisito vino, cada madrugada tocando aquél piano hasta que doliesen sus dedos entumecidos por nunca parar, la culpa interna de haber nacido demasiado pronto en ese universo con un sentido del humor demasiado pesado para almas como la suya. Esa gacela que rondaba en su interior lloraba desesperada por e tiempo que avanzaba muy lento para aquella mitad, la otra parte de su luna que había creído jamás poder encontrar mientras viviera en ese lugar; un hermoso cachorro de bello aroma, un lindo cachorro que no dudaba en enamorar a cualquiera con su sencilla personalidad llena de curiosidad y amor por lo que hacía en su vida apenas iniciando.

Min YoonGi se sentía agobiado, decaído y malhumorado siempre que debía volver a casa por las tardes-noche y no sentía aquella fragancia donde un alfa sobreprotector observaba con cuidado al joven omega de no lastimarse por ninguna circunstancia, ¿era patético? tal vez, ¿perturbador? pues la culpabilidad agrandaba su pecho en los segundos donde se descubría imaginándole como un hombre de legal edad y poder besar sus pestañas antes de continuar viendo una película donde sabía que acabaría llorando y siendo consolado en la intimidad de su hogar.

Su mirada perdida había estado en un extraño trance hasta que nuevamente la estela de olor del caramelo llegó a sus fosas nasales y le trajo a la realidad, se había perdido en medio de una clase, al menos agradecía que hubiese sido en el lapso de tiempo donde había pedido que escribiesen algunas canciones para comenzar la clase. El pequeño tazón donde se encontraban varios papelitos ahora estaba frente a él, en espera de escoger por la magia del destino alguna canción que fuese suficiente para demostrar un poco de lo que tanta importancia tenía para la música.

— Niños, deben siempre aprender algo muy importante sobre la música. El expresar emociones—una sonrisa se plantó en sus delgados labios rosados—. Podemos sentir la música con solo melodías, percibiendo los sentimientos del intérprete y cambiando nuestro estado de ánimo, pero ¿qué ocurre cuando agregamos letra e interpretación de voz?

Las voces de los niños sonaron en cuchicheos, comentando entre ellos lo que podría ser la respuesta correcta a la pregunta tan curiosa a la que se estaban enfrentando. Sus miradas intrigadas viajaron de niño en niño hasta que un acorde detuvo todo el barullo y llamó su atención, el reflejo ilusionado en sus ojos era suficiente para que el profesor pudiera sentirse satisfecho y agradecido de haber escogido ser maestro.

— La letra es algo muy importante en las canciones que escuchamos todo el tiempo, puede cambiar por completo el ritmo y sentimiento que expresa la composición de la pista. La letra es la puerta a un nuevo significado e interpretación para los oyentes—comentó mientras continuaba rasgueando las cuerdas en búsqueda de afinar la guitarra, su habilidad se notaba inmediatamente al no necesitar afinador alguno.