La hermana pequeña

~3~

Un pelirrojo se encontraba tirado en el suelo de un callejón de Gotham. Nadie parecía prestarle la más mínima atención, ya que no era de extrañar ver a drogadictos tirados en el suelo, y menos en esa zona.

Una puerta de un lateral que daba a un local se abrió revelando a una castaña, una pelirroja y una que tenía el pelo mitad verde mitad negro.

- ¡Roy!- Gritó la castaña a la vez que se agachaba a su lado y comprobaba sus constantes vitales- Joder, joder, joder- Se tranquilizó al localizarlas.

-Pensé que querrías saberlo- Comentó la chica de pelirrojos rizos mientras se miraba las uñas.

-Gracias Isley, te debo una- Cogió al pelirrojo de un lateral y lo alzó- Quinn, ¿puedes llamar a Cobblepot? No puedo con su peso- La nombrada asintió y se giró a hacer lo requerido.

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Una pequeña niña de no más de cinco años se encontraba sentada en un cojín de la gran sala que albergaba la mansión viendo una película de un niño que viaja al futuro y conocía a una familia muy compleja.

-Kiara- Alguien la llamó por lo que ella solo movió levemente los ojos para ver quien la hablaba encontrándose con Bruce, por lo que inmediatamente volvió a prestar atención a la televisión-Necesito pedirte algo.

El gran hombre se acercó a ella y cogió el mando, parando la película.

-¡Bruce!- Gritó con su voz aguda- ¡Estaba viendo eso!

-Eso puede esperar- La cogió de debajo de los brazos y la sentó en el sofá mientras él se arrodilló en el suelo enfrente de ella- Hoy van a venir unos compañeros míos.

-¿Vas a traer a tus amigos?-Balbuceó rápidamente- Pensé que no tenías, Jay dice que no tienes. No está bien decir no verdades.

-Mentiras- La corrigió- Y sí tengo amigos- Bufó- Pero ellos no son mis amigos- Dijo con una voz firme- No te acerques a ellos, sobre todo al castaño. Solo quédate aquí, y no salgas.

Kiara solo asintió- No salir- Repitió- No castaño.

- Muy bien- La felicitó- Cuando acabé la reunión y me libre de los inútiles, podemos ver algo, ¿te parece bien?

-¡Sí!- Dio un salto, bajándose del sofá y se puso a correr por la habitación mientras gritaba.

Bruce solo sonrió y se alejó.

Kiara estaba aburrida, muy aburrida. Hace un rato había oído voces desconocidas pero ya no oía nada, y después de terminar la película no pudo evitar desear unas galletas que había visto a Alfred hacer, nadie podía culparla, ¿no? Él era el mejor cocinero del mundo y no haría daño nadie que saliera un segundito por algo de comida.

Convencida de que Bruce no podría reprocharle el hecho de salir con esos inútiles por casa, Kiara salió sigilosamente de la habitación y avanzó por el pasillo, lleno de puertas iguales, con decoraciones parecidas...

 Alejada de donde inició Kiara se dio cuenta de que estaba perdida.

Por lo que se acercó a las voces que oía y abrió la puerta, asomando solo la cabeza viendo como varios hombres y una mujer desconocidos, se le quedaban mirando.

-¿Alguien sabe dónde está la cocina? Por favor- Hizo un puchero al ver el ceño fruncido de todos. En menos de un segundo estaba en brazos de un hombre rubio que la tenía alzada.

-¿Quién eres?- Preguntó.

-Kiara- Le respondió aturdida.

-¿Kiara?- Contestó otro rubio con un tridente- ¿Eres una espía?

-¿Ispía? ¿Qué es eso?- Preguntó viéndole.

Cuando el hombre la iba contestar entró Bruce con un portazo.

-Bueno acabemos esta mierda y así os va- Se cortó- ¿Qué haces aquí?- Preguntó a Kiara bajándola de los brazos de Barry y dejándola de pie en la mesa- Te dije que no salieras.

-Pero-pero, quería galletas- Se sobó la tripa- Y solo vine a preguntar dónde estaba la cocina.

-Bruce- Habló un pelinegro alto- ¿Quién es ella?

Bruce le miró con desprecio y señaló a Kiara- Mi nueva hija, la adopté hace tres meses- Todos abrieron las bocas- Ahora si no os importa seguimos con la reunión.

- ¡Hija!- Gritó la mujer- ¿Y no nos la presentaste?- Exclamó indignada.

-No.

Kiara vio la interacción y se fijó en castaño que mira todo entre asombrado y entre risas.

- Tú eres al que no me tengo que acercar- Le señaló como el que había descubierto el mayor misterio- Ya lo entiendo, ¡sois los inútiles!

Todos se quedaron callados.

-¿Le has dicho a tu hija que somos unos inútiles?

- No sé por qué no me extraña.

- El dolor de la traición.

- Un puñetazo de Clark duele menos.

- Pensé que éramos amigos...

- Bruce dice que no sois sus amigos, si no sus compañeros- Le contestó Kiara.

El rubio y el castaño se tiraron al suelo fingiendo el llanto- ¡No! ¡Para! ¡No me rompas más el corazón! 

- Brucie, pensé que lo nuestro significó algo para ti, pero veo que solo me utilizabas por mi cuerpo pulido por los dioses.

Bruce rodó los ojos y les dio a ambos unas patadas en los estómagos- La reunión se ha acabado.

- Pero Bru-

-Ahora.

Todos se fueron corriendo menos el hombre alto y Kiara.

- Lo siento Bruce, es que me perdí- Lloriqueó falsamente Kiara para no ser regañada.

El hombre solo suspiró- No es tu culpa, solo tenías hambre. Ve a buscar a Alfred y que te dé algo- La niña asintió y se fue corriendo.

-Pensé que dije que os fuerais todos- Dijo sin girarse.

-Dijiste que la reunión acabó, no que nos fuéramos- El más bajo le miro mal- ¿Cuántos años tiene?- Cambió de tema.

- Cuatro.

-Como John- El más mayor endureció su mirada- Me duele que no me lo dijeras.

- Tú me dijiste lo tuyo en el sexto mes, y ella solo lleva aquí tres meses.

- Es distinto, eso era un embarazo y nosotros- Se cortó- No nos llevábamos como ahora.

- Tienes razón- Se acercó a él amenazadoramente- Por eso es mejor que te vayas a casa con tú mujer- Marcó las últimas dos palabras.

- Bruce, no quería que esto acabara así- Intentó agarrar su brazo, por lo que el mayor le dio un manotazo- Yo-.

- Da igual- Le cortó- Fuiste tú el que nos llevó a esto.

Clark bajó la mirada y se fue volando por la ventana, perdiéndose en la distancia. Mientras sin darse ninguno cuenta, una niña escuchaba la conversación y se apuntaba el echo del odio de Bruce al hombre por algo referente a un tal John.