1. La Samaritana de Satán.

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La carne es débil, principalmente la de los animales (Hombres), si la Diosa (Sí para mí es mujer, pues no creo en un Dios hombre) hizo a Eva de la costilla de Adán.

¿Deberíamos agradecerle por dar su costilla?

Si, es así entonces mátenme porque por los malditos animales que llamamos hombres yo no daría ni un pelo. Todos son unos bastardos. Quisiera limpiar el mundo de ellos y que solo queden las mujeres pero nunca podré lograrlo, aunque lo intentaré en este maldito e hijo de puta, hueco tercermundista en el que vivó.

¡Sé que iré al infierno así que a trabajar!



"Los monstruos son reales y los fantasmas también. Viven dentro de nosotros y a veces ellos ganan"

Stephen King

"Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil"

(Marcos 17:5)

"Agradezco a todos aquellas que dieron el poder para eliminar a los animales que llamamos hombres"

Tú amiga la Samaritana de Satán

Tú amiga la Samaritana de Satán

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I:

El arribo de la muerte.

Julio 17

20:15PM

Comisaría de Fallen, Portland.

2do intento de interrogatorio a James Tomlison por el detective Simpson:

—Comencemos de nuevo señor Tomlison... ¿Está seguro de que puede? -Preguntó el detective, notando el estado traumático de aquel hombre.

—S-i-i y-o p-pue-d-do -, dijo aquel hombre, que se encontraba en la línea fronteriza entre el juicio y la locura.

— ¿Quién le hizo eso? -Preguntó Simpson esperando una respuesta más acorde a la realidad, y no una delirante como en el primer interrogatorio.

— ¡Y-YA L-LE D-DIJE Q-QU-E-E ELLA! —. Expresó él, gritando y alterado por la incredulidad del detective a su primera respuesta.

—Cálmese señor Tomlison, ahora por favor repítame todo lo que recuerda que paso -, dijo con un tono suave y acogedor, esperando que la historia cambiara.

—Y-y-o -, hizo una pausa para tomar aire e intentar hablar fluido-. Esta-ba con ella, con...

«No puedo permitirme decir su nombre... Me va a matar, si lo digo... Siempre hace de las suyas y escapa».

...Yo estaba a-a-allí, en la cama —. Su mente se nublo con recuerdos, sus ojos por segundos se volvieron deslucidos y el detective creyó que el hombre estaba muerto, cuando le iba a tomar para reavivarle, él volvió—. Ella, su s-se-senos, su cu-cuerpo —, balbuceó en voz baja-, estábamos, ya sabe en el ac-acto. Us-usted me entiende, ge-gemía en mis oídos implorándome que siguiera pero de re-repente... —. Él hombre se reencontró con aquella bruma y esta vez duro más tiempo en ella para regresar— ...de repente, cuando iba a comenzar a prac-practicarme sexo o-oral, tomo mí m-miembro y... —, regresaron los recuerdos y el detective Simpson sólo se quedó esperando que el hombre volviera en sí— ¡NO! —. Gritó, después expulsó un chillido de dolor y murió infartado.

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