Reencarnación

1.3K 82 33
                                    

Reencarnación Carlando

Carlos

No estoy muy seguro porque iniciaron estos sueños, son muy extraños y difíciles de ignorar, me hacen sentir incómodo y como si estuviese cometiendo un acto desagradable para Lando.

Muchas veces despertaba con la sensación tan vívida de poseer su cuerpo, me veo claramente sobre él mientras lo beso desesperadamente y paseo mis manos por su suave piel, veo sus vivaces ojos llenos de amor por mi y lo anhelo, siento su calidez a mi alrededor, esa opresión que me lleva al clímax, me despierto vergonzosamente húmedo y solo en mi cama, rememorando cada segundo de ese sueño.

No puedo pensar en eso, no debo pensar en eso, cada que sucede intento ver a Lando como mi amigo y compañero, pero con el pasar del tiempo cada día es más difícil, no tengo idea de cómo mis sentimientos cambiaron, recuerdo que el primer sueño que tuve fue exactamente la noche que lo conocí.

Miro a mi alrededor y la luz del sol es cálida sobre mi piel, estoy en una especie de reunión al aire libre, las construcciones me hacen sentir que estoy en la Antigua Grecia indiscutiblemente, con sus columnas en ese estilo corintio inconfundible y un entorno blanco y bello, lleno de vegetación, todos visten túnicas vaporosas con adornos dorados que resaltan la variedad de colores pálidos, escucho a alguien llamarme, miró hacía atrás y veo a Lando, vestido en esas mismas túnicas  en un blanco que lo hace ver etéreo, lleva una flor de olivo en una de sus orejas, sus rizos perfectos y más largos se mueven con el viento, su piel está levemente dorada por el sol, se ve saludable, tan vivo, con tanto color y feliz, sus mejillas tan rojas como una manzana y sus labios se ven tan llenos y suaves con la más grande sonrisa y ese espacio entre sus dientes que lo hace inconfundible, se lanza por mis labios tomando mi cuello, me besa tan profundo que siento que me desvanezco en ese segundo, lo tomo de la cintura huele a flores y a naturaleza, lo miro a los ojos y lo amo absolutamente, se acerca a mi oído y me susurra mis propios sentimientos, escucho claramente un "Te amo Carlos"; despierto tan asustado y al mismo tiempo tan triste.

Los días pasan y esa imagen no se borra de mi mente, el Lando de la vida real es tan diferente y al mismo tiempo igual que el de ese sueño, su forma de correr y su sonrisa son iguales, pero no hay mirada de amor en sus ojos, no estoy seguro de lo que siento por él, es extraño para mi, fue intenso sentir sus labios en mis sueño, no me atraen los hombres, pero debo ser honesto Lando lo hace y la culpa me invade.

La temporada había empezado y aunque Lando y yo teníamos una buena relación, de alguna manera era como si tuviésemos la necesidad de estar cerca y al mismo tiempo nos alejábamos el uno del otro, finalmente un día dejé de luchar y decidí acercarme a él, comencé con pequeñas pláticas, no tenía intención de nada extraño, sólo quería estar cerca y ya no abstenerme.

Por un momento pensé que ya no tendría que preocuparme por nada y decidí disfrutar de la compañía de Lando, antes de la carrera de Mónaco pasamos una noche de video juegos juntos, era tan fácil estar con él, tan simple como respirar, era familiar y al mismo tiempo complejo, disfrutaba su cercanía y verlo sonreír o escuchar sus escandalosas risas llenaban mi corazón.

Después de la carrera de Montreal regresé a casa, me empecé a sentir muy triste y desesperado, mi corazón estaba dividido, esa noche la había pasado muy bien en compañía de mi familia, amigos e Isa, definitivamente seguía amándola pero los sentimientos por Lando crecían más y más sin control, era como si mi cuerpo se mandara por sí solo, decidí pasar la noche con ella, la besé y le hice el amor tratando de entregarle todo mi ser, pero no pude, mi mente se trasladaba al sueño que había tenido de Lando, era su rostro y su cuerpo lo que llenaba mi mente, en algún momento de la noche me quedé dormido.

Tuve un nuevo sueño, estoy en un castillo en una fastuosa fiesta antigua, me recuerda a esas representaciones de la época medieval, las mujeres ataviadas con bellos vestidos y los hombres con lujosos trajes, estoy mirando a Lando desde donde me encuentro, se ve tan bello, más que cualquier mujer, va vestido de un color azulado que resalta sus ojos y sus rizadas pestañas, su piel es más pálida por lo que sus lindos lunares sobresalen, no puedo dejar de observarlo, su andar es ligero y controlado, lleva una capa sobre sus hombros y una pequeña corona sobre sus rizos cortos y bien peinados.

Reencarnación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora