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Londinium era una bella ciudad llena de árboles frondosos y cascadas que dejaban asombrado a cualquier visitante, con una arquitectura magnífica que dejaba admirara la riqueza y solidaridad de su gente, gobernada por dos monarcas amables y valientes, el Rey Desmond Styles y su consorte Erick Cox.
Harry Styles príncipe de Londinium y futuro monarca fue educado con la amabilidad de Erick y el carácter recto de Desmond creando a un príncipe amable con su pueblo y estricto con aquellos aliados que alguna vez dejaron en claro su duda con respecto a su capacidad para gobernar aquella hermosa ciudad
Aún podía recordar con claridad las palabras de aquel anciano jefe del consejo cuando sugirió enviarlo a estudiar con diferentes personas para poder obtener una unión, un requisito para poder ascender al trono era contar con una pareja que lo apoyará incondicionalmente en los momentos difíciles de su reino.
No era su culpa que sus ancestros encontrarán al amor de su vida a un edad temprana como a los 14 o 17, él no era igual a ellos, aún así admiraba a sus padres que pese a las dificultades seguían juntos trabajando unidos por un reino lleno de paz y honor.
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El carruaje iba camino hacia las afueras de su ciudad, esperando llegar lo más rápido posible con la idea de poder recuperar algunas de las horas de sueño que perdió al viajar desde la tarde anterior.
Su manos temblaban ligeramente debido a los nervios que sentía, en su cabeza se reproducía una y otra vez aquellos recuerdos de su infancia, dónde no había preocupaciones, y la noche era bien recibida esperando aquellos besos de buenas noches y alguno que otro cuento que era leído por parte de las dos personas que más amaba.
La forma en la que caminaba con su mamá por aquello jardines llenos de tulipanes y rosas que se mostraban con gran elegancia, y las veces que su padre lo ayudaba con sus lecciones de lectura.
Ahora solo era un joven de 19 años camino a un instituto lleno de príncipes e hijos de algún Lord importante, esperando quedar hechizado por alguno de ellos hasta sentir aquel profundo amor que lo haría suspirar.
La camisa negra que portaba comenzaba a ser molesta y aquellos pantalones de cuero que se le pegaban a las piernas que en algún momento del viaje dejaron de agradarle debido a la poca movilidad que tenía.
Sus manos cubiertas de anillos se pasearon por su rostro esperando quitar el sueño que amenazaba con vencerle, a su mano derecha se encontraba aquel libro con el cual estaba obsesionado, aquel libro contaba la maravillosa historia de un amor que surgió con tan solo una mirada, siendo instantánea aquella conexión entre las almas de ambos amados,anhelaba sentir ese sentimiento, admirar el rostro de la persona a la que le dedicaría sus latidos y suspiros.
