♡⃕3 부˖⸙̭

258 21 6
                                    


El tan ansiado día miércoles de esa semana había llegado, luego de la extremadamente larga jornada de clases según Hongjoong, le correspondían las tutorías unas horas más tarde con su profesor Park Seonghwa.

Kim se sentía exhausto y lo único que deseaba era llegar rápidamente a su casa para dormir una corta siesta de 20 minutos por lo menos, antes de que llegara el joven peligris a su hogar para enseñarle.

En cuanto el menor llegó a su destino, se encontró a su madre en la sala de estar viendo una telenovela, al parecer se había podido retirar un poco más temprano de lo habitual.

-Hola mamá, que sorpresa encontrarte aquí hoy tan temprano-se acercó a ella para darle un cálido abrazo.

-Hola cariño, así es, hoy los pequeños se retiraron más temprano, sólo fueron a rendir un importante examen al colegio, y luego sus padres ya podían ir a recogerlos. Así que a todos los profesores de niños de primaria nos dieron la libertad de regresar a casa más temprano por hoy- le dedicó una tierna sonrisa.

-Vaya mamá, me alegro que hayas podido venir hoy a descansar, todos los días llegas muy tarde y no podemos pasar mucho tiempo juntos- dijo Hongjoong con un tono triste y un leve puchero.

-Ay mi niño no pongas esa cara, ya pronto tendremos más tiempo para estar juntos cuando ambos estemos más desocupados- dijo tomando su mano y animándolo.

-¡Ya sé como compensarte!, te prepararé algo delicioso para que comamos juntos antes de que llegue ese chico Seonghwa, digo tu profesor- dijo parándose rápidamente a cocinar algo rico para su hijo.

Lo que su madre no sabía, era que Hongjoong se había puesto algo nervioso al recordar que tendría que ver a su profesor en aproximadamente una hora, luego de ese pequeño momento que había sucedido entre ellos dos el pasado día lunes.

Aquel día el peliazul se sentía muy avergonzado mientras Seonghwa observaba con detenimiento cada centímetro de su rostro, sentía sus mejillas arder y no sabía qué hacer, quizás estaba imaginando cosas que no eran.

Pero decir que él no aprovechó también ese momento para analizar las facciones de Park, sería una mentira, sus negros y profundos ojos gatunos, su afilada nariz, y sobre todo sus gruesos y suaves labios...

Hongjoong juraba que nunca había visto unos labios tan hermosos, ni siquiera se había tomado el tiempo de pensar aquello de sus anteriores novias, y eso lo hacía cuestionarse aún más, en qué era lo que le estaba sucediendo con el peligris, su mente y corazón estaban confundidos.

La hora restante que faltaba para que el joven de 22 años llegara a su casa se había pasado volando, entre que comió y conversó de absolutamente todo con su madre, ni siquiera se había percatado del momento en que el timbre fue tocado.

Su madre se encontraba lavando los platos sucios mientras él estaba sentado en el sofá de la sala viendo televisión en ese instante, en cuanto tocaron el timbre miró por la ventana aun sabiendo de quien se trataba y comenzó a correr de un lado hacia otro con los nervios de punta.

-Hongjoong debe ser Seonghwa vamos date prisa, ábrele la puerta- dijo su madre gritando desde la cocina para que el peliazul la escuchara.

Cuando no oyó ninguna respuesta por parte de su hijo, decidió ir a ver qué era lo que le sucedía, cuál era el motivo por el cual aún no era capaz de ir a abrirle la puerta al peligris.

Al llegar a la sala, vio a Hongjoong sentado en el sofá apoyando sus manos en sus rodillas y mirando a un punto fijo del suelo.

-¿Por qué rayos no le abres la puerta a Seonghwa? Que falta de respeto, qué es lo que te sucede Hongjoong- dijo murmurando esto último mientras se dirigía a la puerta.

ʏᴀ ɴᴏ ᴏᴅɪᴏ ᴛᴀɴᴛᴏ ʟᴀꜱ ᴍᴀᴛᴇᴍÁᴛɪᴄᴀꜱ🌱Donde viven las historias. Descúbrelo ahora