💚 Cap.2.- Beso.

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"Pero que tontos."

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Realmente quería dar el primer paso, pero tenía miedo de arruinarlo.

Estaba seguro que si hablaba con alguien sobre su situación, se burlarían de él sin dudarlo, porque realmente no era una "situación".

Por más tonto que sonara, luego de cinco meses de una corta pero linda relación, no había podido atreverse a darle un beso a su ahora pareja.

Podrían comparar su problema con el de un infante de preescolar, pero tristemente así era, un pobre brasileño sin poder besar al chico de sus sueños.

Pero ese día algo tenía que cambiar, le prometió a su novio que seria solo una cita como las que ya habían tenido, un tranquilo paseo por el parque mientras comen helado escuchando el dulce canto de las aves y disfrutaban la brisa del viento en primavera, un auténtico cliché romántico, como los que siempre deseo. Pero no, no sería así, se encargaría de hacer que esa tarde, en su primer beso, sea inolvidable.

"Toc-toc-toc" se escuchó el llamado en su puerta.

Tan pronto ese sonido se hizo presente por toda su casa, sintió como los nervios escalaran en él desde sus talones hasta la punta de su nuca.

Con un poco de temblor y el corazón palpitando a mil por hora, se encamino a la puerta principal. Antes de acercarse por completo a la entrada, se miro una última vez en el espejo, si, estaba impecable.

Tomo la perilla de la puerta blanca, respiro profundo y la abrió mostrando una radiante sonrisa.

- ¡Méx--¡¿Perú?! ¡¿Qué haces aquí?!.- sus ánimos se vinieron abajo como un balde de agua helada al ver a otro sujeto que no era aquel que esperaba.

-...¿A dónde tan peinado?.- se burló por la formalidad del brasileño.- ¿ibas de salida o algo?...

- ¡Si! ¡A una cena muy importante! ¿Qué es lo que quieres?.- volteo a ver el reloj que colgaba en su pared, dándose cuenta que aún faltaban doce minutos para la hora a la que citó al mexicano, y sabiendo de sobra que el tricolor solía tomar su tiempo en llegar, serían realmente veinte minutos los que faltaban para su deseada cena.

- Con esas ropas, de Gucci-Praga...- hablo volviendo a ahogar una carcajada. Esto obviamente no impidió que un sonrojo cubriera casi por completo al brasileño.

- ¡Voy a cerrarte la puerta en la cara si no me dices que es lo que quieres!.- amenazo listo para azotar la puerta.

- Oh, solo quería invitarte con los chicos y yo a pasar el rato.- hablo con su tono calmado y despreocupado.- Pero veo que tienes "buenos" planes así que...- se encogió de hombros mostrando su extraña serenidad con una sonrisa. Brasil no era tonto, y logro notar esa sonrisa malévola en el hispano.

- Pues lo siento, pueden irse a divertir sin mi...- respondió a la defensiva, no pensaba dejarse intimidar por el menor de estatura.

- Oh bueno, ¡Te veo al rato!.- Termino por darse media vuelta e irse sin más.

Brasil ya no le dijo otra cosa, solo le vio marcharse por las escaleras del edificio. Tan pronto desapareció el peruano, Brasil sintió una mala espina.

– Por favor que no haga nada estúpido...- pidió a los mil dioses que todo saliera bien en su cita.

Luego de exactamente veinte minutos, volvieron a tocar la puerta. Nuevamente el brasileño se miro al espejo verificando que todo estuviera bien, y sin más, recibió a su invitado en la puerta.

30 Días OTP +18.- CountryHumans.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora