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— ¡jae!
llorar, no haces mas que eso, ¿no es así amor?
— ¡jung jaehyun!
porque para ti es fácil fingir unas gotas saladas en tus ojos y todo el mundo haría lo que tu pidieras.
— ¡jaehyun por fa-favor! — el chico los sostuvo del brazo antes de diera un paso mas fuera de esa puerta, su mirada llorosa y sus suplicas solo eran en vano, jaehyun se iría al fin de ese infierno y nunca mas volvería a ver ese hermoso rostro diciéndole que se quede, que lo ama, que lo odia. doyoung respiró agitado tratando de buscar sus palabras — escuchame... por favor — sus lágrimas dolían — quedate conmigo ¡prometiste quedarte conmigo!
pero el castaño se zafó de un movimiento dándole esa mirada de enojo que siempre quiso demostrar, porque ahora no tenía porque esconder lo que realmente sentía.
no dijo nada mas, se dio la media vuelta para irse fuera de ese gran departamento. camino sin rodeos aunque el amor de su vida este gritando por el, aunque diera suplicas, aunque le diera advertencias jung jaehyun estaba saliendo de su peor pesadilla. todos estos años de sentir miedo, de sentirse vigilado, de tristeza dentro de esa familia se irían lejos de su vida. pisando ese living, jae se sintió un hombre libre que todo el brillo de el mundo mostraba sus verdaderos colores.
desgraciadamente desde que fue atrapado dentro de las trampas de la familia, eran pocas veces que podía ver los colores del mundo.
estaba por dar unos pasos mas hacia la puerta fuera del edificio, al fin. — ¡jaejae, por aquí! — su mano se detuvo antes de tocar el frío metal de la puerta, su cuerpo se congeló escuchando los pasos a sus espaldas, su respiración se agitó y comenzó a temblar patéticamente — ¿no saludaras a tus amigos jaehyun-ah?
por favor — oh... — saquenme de aquí — hola youngho — dio la media vuelta sobre sus tobillos brindándole la mejor sonrisa que podía formar mientras apretaba con sus temblorosas manos la tela de sus pantalones.
— vamos, somos familia, me puedes decir johnny — sonrió tan grande para el.
dentro de este infierno, jung jaehyun sabía muy bien los demonios que lo manejaban. un padre protector y sus cuatro hijos amados. no había ni un día que jaehyun temiera por su vida al tener a los hijos de ese demonio cerca. podrían pintarles muy bien el rostro con sus sonrisas amables y sus palabras dulces, pero solo jung conocía la otra versión de ellos, la versión terrorífica de los kim.
miraba hacia abajo al ver que ellos tres se acercaban. — jae parece que vieras un fantasma — el alto lo tomó de las mejillas con fuerza para levantar su rostro — solo queremos hablar contigo.
— rápido, tengo cosas que hacer — esta vez fue taeil el que habló cortando con el cine de su hermano mayor.
— bien, comencemos.
youngho lo soltó para esta vez tomar el borde de su blanca camisa — ¿sabes por qué estamos aquí jaehyun? — esa sonrisa, nunca le pareció sincera. jung negó muy lento pero lo sabía muy bien, esta no es la primera vez. — te ayudaré a recobrar la memoria ¿bien? — johnny no espero mas plasmando el primer golpe en su mejilla haciendo que este comenzará a quejarse en voz alta del dolor — sabes, es muy tarde para estar despiertos ¿por qué carajos nuestro hermanito llama llorando diciendo que su patético novio se escapó, eh?!
el segundo golpe fue directo a sus labios partiendo estos, su pómulo sangro de los golpes que el alto le proporcionaba. comenzó a sentirse mareado, a penas podía ver a el menor de ellos tratando de impedir que vaya a peor la pelea y la risa de taeil se escuchaba muy lejana.
tal vez jaehyun estaba por colapsar.
kim doyoung estaba sobre su sofa mirando alguna serie en su televisión cuando su atención se fue al escuchar la puerta siendo bloqueada, escuchaba los lentos pasos y con ello formó una hermosa sonrisa.
sus pies andaban por si solo, se veía moribundo arrastrando sus piernas y con las heridas en su rostro se sentía desmayarse en cualquier segundo. al llegar hacia la sala de su departamento tiro su chaqueta ensangrentada al suelo porque no podía dar un paso mas o moriría, doyoung se dio la media vuelta y corrió hacia donde su amado mostrando toda su preocupación. su ojo inflamado, los labios y pómulos reventados, la nariz sangrando y su cabello revuelto, aún lo veía como el ser más hermoso.
— jae — lo abrazo tan fuerte hasta hacerlo reventar — volviste.
y sin poder aguantarlo más, yoonho estalló en llanto recostadose sobre el hombro de doyoung, lloró durante horas sobre el cuerpo ageno, se dejó curar y besar mientras las lágrimas de desgarre iluminaban su rostro, lloró y tembló buscando refugio en los brazos que también lo traicionaron porque después de todo, amaba a doyoung
recibió el abrazo con la misma fuerza — nunca me iré otra vez.
el miedo le impedía hacer todo, jung jaehyun era un miedoso pero le temía a ser lastimado, otra vez.
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