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odiame ahora, solo pido que en la mañana cuando mis ojos den el brillo de mi día, tu me apartes de tu vida y al fin ser libre de este tormento, así que odiame ahora.
desde ese entonces cuando juro un para siempre y firmó su cadena perpetua, jaehyun sentía amor como temor. lo adoraba con todo su corazón pero sus manos temblaban de miedo cuando sostenía su rostro, porque podía hacerle daño con un simple roce y si le hace daño a doyoung, el sufriría el doble. en ese entonces jae no sentía que debía amarlo por obligación, ahora podía ver a todos apuntandolo directamente para juzgarlo, para hundirlo otra vez.
un chico de cabello rubio tomó las manos de doyoung quien tenía su mente perdida desde que llegaron a su nuevo hogar pero le sonrió amable al tener su atención.
— esta casa es hermosa dodo — taeyong, su mejor amigo, sonrió amplio mientras hablaba — eres muy afortunado.
y miró a su alrededor — yo igual lo creo, es como siempre la soñe.
lee asintió frenético — jaehyun te conoce muy bien — suspiro recargando su mentón sobre sus manos — no puedo creer que enserio se vayan a casar, seré la persona con el amigo más afortunado.
doyoung acarició la argolla en su dedo con una pequeña sonrisa — ¿tu crees?
a veces tragarte tus mentiras eran malas, te consumias y te engañas a ti mismo convirtiendote en tu misma mentira. lo sabía muy bien, jung jaehyun no fue el que escogió un hogar especial para ellos dos, doyoung fue el mismo que lo obligó a hacerla después de todo era su propio dinero. se dejaría endulzar con el echo de que el amor de su vida le comprara esa hermosa casa.
por favor, odiame, apartame de tu vida de una vez. tengo miedo estoy aterrado de pedírtelo yo mismo, me duele el cuerpo, así que aléjate de mi.
era su primera noche en su hogar nuevo, una casa que formarían como una hermosa y pequeña familia de negocios. lo celebraron bien, tomaron unas copas de vino y bailaron bajo el son de la música, un par de enamorados danzando al ritmo de sus corazones para dar inicio a un nuevo comienzo. un comienzo de otro infierno para jung.
— no... iremos otro día, john me llevará después — doyoung hablaba por teléfono. estaba en la alfombra de terciopelo en el living, mientras jaehyun lo veía a lo lejos preparando la cena.
no tenía que adivinar con quien estaba hablando. jaehyun cortaba lo vegetales, uno, tras otro sin apartar la mirada del chico que tanto ama. cortaba uno tras otros mientras en su mente pasaban vafrias escenas donde amaba a doyoung donde se apartaba de doyoung. uno, tras otro comenzó a dar pasos hacia su amado cortando las verduras en su cabeza sosteniendo muy bien el mango del cuchillo. uno tras otro, estaba enfrente de él, con su angelical rostro lo volteo a ver con unsa sonrisa que anhelaba ver durante toda su vida. uno tras otros, comenzaba a arrepentirse de hacer el mínimo movimiento ahora.
doyoung apartó su móvil a la vez que colgaba la llamada. se levantó de el suelo con la mirada serena y habló — entonces... — las caricias se sentían como el filo de una navaja — ¿vas a matarme?
su cuerpo se tensaba mientras kim le quitaba el cuchillo de sus manos — perdoname — y sin querer hacerlo, comenzó a llorar.
— yo nunca te haría daño, perdoname — sintió un suave beso en su mejilla pero no evitaba llorar — jamás lo haría, lo siento.
— lo se cariño — kim doyoung se veía tan dulce como un caramelo, tan gentil como los pétalos de una flor, tan amable como su corazón pero su amor era un veneno que los consumía a ambos. dejó que su menor lo abrazara tan fuerte, envolvió sus brazos por su torzo y con el cuchillo que arrebato de sus temblorosas manos apenas hacia presión la punta sobre su espalda, jaehyun comenzó a llorar mas fuerte a medida que kim hacia presión contra su piel mas sin embargo su otra mano acariciaba su cabello. tan amado y tan temido, como debería ser.
— te amo tanto...
— por favor — jung no podía contar las lágrimas que soltado todo este tiempo.
— tengo tu corazón en una bandeja de plata jae — besó sus labios — y no dejaré que nada ni nadie me lo quite.
odiame en este momento, antes de que caiga enamorado otra vez y me pierda en tu veneno. odiame para que pueda temerte en vano, rompe mi juramento que me quedo sin aliento.
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