abrumadora obsesión

Plan

MASSON

Llevaba un tiempo bastante considerable mirándola, me tenía hipnotizado, hechizado, su apariencia y carisma eran embriagadores. La verdad es que no solo llevaba mirándola mucho tiempo en la discoteca, la miraba todo el tiempo, de su casa a la universidad, de la universidad a su casa, cuando estaba con su "novia"- cosa que me resultaba espantosamente desagradable- e incluso cuando hacía cosas tan casuales como comer en la ventana de su departamento.

Este día en particular me había sentido demasiado atraído a seguirla hasta la discoteca, no podía dejar de mirarla desde una mesa no muy lejana a ella.Cuando ella ya llevaba casi 3 horas bailando y bebiendo se percató de mi mirada, por lo que pude deducir de su mirada fue que no le molestaba en absoluto, fue entonces cuando reuní todas mis fuerzas y me acerque para poder invitarla a bailar y comenzar de una vez por todas el plan que llevaba planeando en mi cabeza por casi un año.

Cuando llevábamos un rato bailando decidí que era un buen momento para llevarla a mi hospedaje, le invité una copa y cuando estuvo distraída la mezcle con un sedante para poder llevarla sin ningún inconveniente en el camino. Cuando el sedante comenzó a hacer efecto la saqué de aquel lugar y la subí a mi coche para poder llevarla a Oregon, en donde estaba comenzaba la primera parada de mi plan. Plan de poder tenerla solo para mi, no compartirla con nadie, no soportaba verla con nadie, aunque claro, ella no sabia eso aún, tenía que ir con cuidado para no espantarla tan pronto.

Mientras iba conduciendo comencé a recordar cómo había empezado mi plan en la tarde. Su novia - Lilith- había salido temprano de su universidad y se dirigía a su departamento, cuando iba pasando por fuera de un callejón oscuro- el cual yo ya conocía porque lo había elegido de manera rigurosa para mi plan-, tomé la decisión de interceptarla.

La tomé por el cuello y la conduje sin mucho cuidado hasta lo más oscuro, cuando por fin llegue al lugar, la tome sin cuidado y la estampe contra la pared del callejón con la fuerza necesaria para dejarla media aturdida y sin fuerzas.

Cuando estuve seguro de que no se podría defender por sí sola, saqué de mi bolsillo mi navaja favorita y comencé a pasarla de manera lenta desde su cuello hasta la boca de estomago, quería disfrutar de cada segundo de ese momento, disfrute ver su cara de aturdimiento y espanto por no saber lo que estaba pasando.

Estuve seguro de que no estaba cometiendo ningún error con mis acciones, si Diana no estaba conmigo, no estaría con nadie más.

Reuní toda mi fuerza y con un lento y tortuoso movimiento introduje la navaja en su estómago.

Disfruté ver su cara de asombro y como poco a poco, la sangre salía de la herida recién provocada, no tarde mucho tiempo en retirar la navaja de su interior y repetir el proceso por diversas partes de su cuerpo.

Cuando estuve seguro de que sus pulmones no tenían ninguna gota de oxígeno y a su corazón ya no llegaba más sangre, mire la caja fuerte que estaba en la esquina del callejón, caja fuerte que había dejado ahí hace un par días para no cometer ningún error con mi plan.

Deje su cuerpo sin cuidado alguno en el piso para acercar la caja fuerte y abrirla.

Una vez abierta la caja, que era los suficiente grande para no tener problemas metiendo el cuerpo, pero lo suficiente pequeña para no levantar sospechas, la tome y la acomode dentro, la cerré con cadenas y candados y la deje a un lado de toda la basura del callejón para que el camión de la basura se la llevara cuando pasara esa misma tarde.

tome el trapo que había dejado en uno de mis bolsillos y me limpie las manchas de sangre de las manos, me saque la sudadera que llevaba puesta, que había estropeado, -aunque casi no se notaba porque era negra- y la metí en una bolsa de basura que contenía más cosas, para poder esconder el olor putrefacto.

Revise de manera panorámica el lugar para asegurarme de que no se me olvidaba ningún paso, cuando estuve completamente seguro salí del callejón y seguí con los siguientes pasos de mi plan.