Capítulo I

1.8K 167 24
                                    

Y así comienza nuestra historia.

2021

Un camión de mundanzas estacionó delante de una casa amarilla con cerca blanca.

En la casa de a lado una mujer se encontraba en el jardín delantero con una bebé de 1 año a quien ayudaba a caminar, no tenía mucho tiempo la pequeña había comenzado a dar sus primeros pasos y su madre disfruta ayudarla en esta nueva etapa.

—Al parecer tendremos nuevos vecinos amor —susurro a la pequeña que reía viendo las mariposas volar libres por su jardín — esperemos que tengan niños para jugar contigo. —dijo haciendo cosquillas a la pequeña para capturar su atención.

—Ma —grito entre risas que calentaban el corazón de Lillian.

En ese momento un auto se detuvo detrás del camión de mundanzas y de el bajo un hombre que fue abría la puerta trasera para permitirle bajar a una mujer rubia con un bulto en sus brazos, que el beso.

Sin embargo su atención fue capturada al escuchar una dulce risa infantil y curiosos giraron en la dirección.

Lillian los miro sonriente

—¿Son los nuevos, vecinos? —pregunto por cortesía.

Ambos asintieron.

—Ken Zor-El —se presento el hombre —Y ella es mi esposa Alura y nuestra hija Kara.

Lillian tomo a Lena en sus brazos y se acercó a ellos.

—Lillian Luthor —les dió la mano a cada uno —y está princesa, es mi hija Lena. —la presento orgullosa y movió la mano de su hija en forma de saludo.

—Es muy hermosa

Lillian sonrió inflando su pecho.

—Gracias, ¿Cuántos meses tiene Kara? —Pregunto por cortesía, Ken se había alejado para comenzar ayudar a los de la mudanza.

—Tiene dos, estoy segura que cuando crezcan nuestras hijas serán grandes amigas

—Yo también, lo creo. —dijo mostrando la bebé a su hija —Mira Len, que bonita bebé

—¡Bebé! —rio tratando de tocarla.

Lillian la reprendio suavemente.

—No cariño, la vas a despertar.

2022

Ocho meses después las niñas eran inseparables. Kara había aprendido a gatear tratando de seguir a Lena que corría por toda la casa de los Zor-El divertida. Le encantaba ver cómo su amiguita trataba de alcanzarla, mientras Alura y Lillian pasaban el rato poniendose al día. ¿Quien hubiera dicho que terminarían volviéndose amigas?

—Lee —hizo un puchero la rubia al ver que no alcanzaría a su amiga, sus ojitos comenzaron a ponerse vidriosos.

Lena dejo de correr al ver que Kara ya no la estaba siguiendo y se había sentado en el piso con sus ojitos llorosos.

Regreso sobre sus pasos, tomando el peluche favorito de la rubia sobre sus pasos y se sentó a su lado.

—No lloles, Ka. Vamos a jugar. —murmuro tomando un piano de juguete que Ken le había comprado a Kara para navidad y comenzando a jugar con el.

Kara sonrió brillantemente. Ella amaba la música. Si es que a eso podemos llamarle así y comenzó a gorgorear y dar brinquitos eufóricos.

Lillian la miro, orgullosa de lo bien que su hija resolvió el problema.

2023

Era el tercer cumpleaños de Lena, y como sorpresa, Lionel rento a los animales de una granja para la fiesta en su jardín.

Píntame un cuento (Reescrito)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora