Capítulo 3

367 44 0
                                    

—¿Por qué no te vas a dar una vuelta por ahí? No te necesito ahora mismo.

Cambiaba de canal una y otra vez buscando algo que ver pero no había nada que llamara su atención. Solo estaban dando un montón de comedias románticas que eran realmente patéticas. Y si ya le irritaba estar aburrido, le irritaba aún más estar aburrido con ella ahí.

No le hablaba, no lo miraba, no se metía en lo que hacía, cualquiera pensaría que es la compañera perfecta. Pero le molestaba el simple hecho de que existiera, de poder sentir su presencia.

—¿Si sabes que no soy tu sirvienta, verdad? Soy tu guardia, tengo que vigilarte y custodiarte, no servirte —expresó con molestia.

Abrió los ojos y lo miró seria con el ceño fruncido. Ahora ni siquiera la dejaba descansar un momento, siempre tenía que hacer algún molesto comentario de algo.

—No te quiero aquí —dijo soltando el control y volteando el rostro para mirarla.

—El sentimiento el mutuo, amigo. Pero a diferencia tuya, yo no gano nada estando aquí —expresó dejando confuso al peliblanco.

Alzó una ceja y le dio una mirada de "¿en serio?". Por favor, nadie haría un trabajo como ese sin ningún tipo de ganancia, después de todo, los héroes sirven a la sociedad porque su sueldo depende de eso.

—Ja. ¿Y todo el dinero que ganas haciéndote cargo de mí? ¿O acaso se ha vuelto tacaño el viejo?

—No me pagan por hacer esto, a ninguno de nosotros.

Mentira. No podía creerle. Eso no era posible, después de todo él era un villano reconocido y temido, no hay posibilidad de que alguien hubiera aceptado dicha responsabilidad sin exigir una cuantiosa cantidad de dinero. Además por temas de peligrosidad de la actividad, el monto sube aún más.

—¿Qué? —murmuró sin salir de su incredulidad.

La chica volteó completamente quedando recostada de estómago y abrazando la almohada mientras lo veía.

—No iba a cobrarles después de todo lo que Enji y Shoto han hecho por mí, por nosotros. Un modo de compensar eso es haciéndoles el favor de cuidar de ti, su hijo y hermano —explicó ante el dudoso rostro de Touya—. Al estar aquí recibimos lo básico: donde dormir, poder asearnos, comer, e incluso transporte. No gastamos en nada.

Touya la siguió mirando con una única cosa en mente, con la única buena información que sacó de eso. Ella estaba agradecida con el viejo y el mocoso por algo que ellos hicieron. ¿Qué tanto hicieron como para que ella estuviera arriesgando su vida al "hacerse cargo de Dabi" por un favor? Iba a averiguarlo, tener esa información podría serle de gran ayuda alguna vez.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de una voz.

—Permiso —dijo antes de entrar completamente y cerrar la puerta tras de sí.

—¿Qué haces aquí? —preguntó molesto.

—Vine a verte. Quería saber cómo estabas y a traerte esto —dejó encima del mueble un montón de películas—. Yumi me dijo que te gustaban de este estilo así que traje varias para que no te aburras.

Shoto le dio una ligera sonrisa y bajó la cabeza algo avergonzado. Sabía que las cosas con Touya aún no estaban bien y que pasaría mucho tiempo para que por fin puedan comportarse como un par de hermanos normales, pero por algún lado había que comenzar y él quería empezar a conocer a su hermano mayor como siempre debió ser.

El peliblanco lanzó un suspiro de cansancio y se levantó de la cama. Su mirada era indescifrable, por su tono de voz supo que no le agradaba verlo pero no sabía cómo reaccionaría ante el regalo que le había llevado.

Cruel Game  • Todoroki Touya • Dabi •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora