7 - Sick partner

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A Lan Yao habían muchas cosas que le molestaban, era un humano después de todo, pero una de las cosas que más le molestaba, actualmente, era su núcleo dorado débil y su pequeño cuerpo que era tan frágil como se veía.

Justo como ahora, había cogido un resfriado al haber sido sorprendido en los manantiales fríos por una repentina lluvia, si el agua ahí era de por sí helada, una lluvia no ayudo pues de camino su ropa se empapó hasta llegarle a los huesos.

—A-yao ¿Nesecitas que te traiga algo? ¿Está cálido? ¿Debería tocar el guqin?

Aveces estando enfermo solía tener algo de mal humor.

—¿No tienes cosas que hacer como líder? Haz estado ocupado todos estos días y ni siquiera te preocupaste de si tu esposo te extrañaba o estaba solo, por qué he estado solo ¿Sabes?

Se cruzó de brazos y se negó a mirarlo directamente, sabía que pondría una expresión regañada y dulce, la que siempre usaba para ser perdonado. No caería.

—A-yao debe perdonarme, mi tío amenazó con cumplir mis deberes o enviarte a ti y el maestro Wei a Lotus Pier para recibir un entrenamiento intenso con el líder Jiang.

—Entonces habría sido mejor, no estaría solo y aprender técnicas del clan Jiang suena interesante.

Brazos rodearon sus hombros con algo de fuerza, jalando su cuerpo fuera de la y recostando todo su peso en el de Lan Huan debajo suyo, no espero una reacción así, pues sus palabras nunca fueron con intenciones de poner celoso al primer jade.

—Prometo quedarme contigo hoy y cuidarte adecuadamente, pero no menciones eso de nuevo.

Las palabras salieron en susurro directo al hueco de su cuello dónde estaba recostada la barbilla de Lan Xichen.

—¿Incluso si te contagias?

—No pasará.

Depósito un beso en los párpados del más bajo, sonriendo al oír las leves risas que soltaba.

Giró el cuerpo de su pequeño esposo y esta vez lo acomodo en su regazo con ambas piernas rodeando su cintura, recordándole a un pequeño niño aferrándose a las ropas de su madre, rodeo con sus manos el cuerpo de Lan Yao y se aseguró de regular la temperatura de su cuerpo con su núcleo dorado, ya que seguramente el de A-yao estaría intentando pelear con los virus de la enfermedad que lo agobiaba.

Después de unos minutos ambos se habían quedado dormidos, cómodos en los brazos contrarios y escuchando el calmado y constante latido de su corazón.

Drabbles |XiyaoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora