4

3K 387 4
                                    

Mientras daban un recorrido, Wei Ying le había relatado un poco de lo que era su día a día, a veces parecía dudoso, se detenía por momentos como pensando la siguiente frase que diría, y luego continuaba contando todo con entusiasmo. Al parecer con los años se habían hecho mas cercanos hasta el punto de volverse amigos confidentes, Lan Zhan nunca imagino ser tan cercano a alguien y mucho menos a Wei Ying, le causaba mucha intriga el saber lo que ocurrió entre ellos para llegar a este punto, aun así parecía como si Wei Wuxian tratara de evitar a toda costa hablar de su pasado.

—Hanguang-Jun, maestro Wei — dijeron dos jóvenes al unisón mientras se inclinaban para saludarlos. Ambos jóvenes bastante apuesto, uno de ellos con una estatura algo mas baja que el otro —Hola chicos ¿ya están listo para el entrenamiento ?— pregunto Wei Ying.

— Claro maestro Wei estábamos esperándolo — respondió cortésmente uno de ellos con una leve sonrisa. Lan Zhan los vio dirigirse hacia el campo de entrenamiento, uno de los jóvenes se batió a un duelo amistoso con Wei Ying.

Ciertamente sus habilidades de combate habían mejorado mucho, recordó la primera vez que peleo contra el por traer alcohol a Gusu, y lo sorprendido que estuvo de su habilidad con la espada, pues era muy difícil encontrar a alguien que estuviera a su nivel. A excepción de su hermano el nivel de cultivo de los demás jóvenes no era tan bueno como el suyo. 

Sin embargo en todo este tiempo no había visto su espada por ningún lado, recuerda lo feliz que se veía cuando le preguntó por el nombre de su espada, y el muy orgullosamente le respondió "suíbian" mientras le explicaba el origen de su nombre. 

Parece estar muy acostumbrado a no usarla, sus movimientos son agiles y sin esfuerzo, es como si hubiera aprendido a pelear sin ella, su rebelde cabello era movido por el viento, sigue usando esa coleta alta, va tan bien con su personalidad, el sudor rodaba por su tersa piel hasta la abertura de su túnica la cual estaba algo desarreglada por sus maniobras para esquivar los ataques del joven, su estatura es más baja ahora y su cuerpo es un poco mas delicado, su clavícula marcada quedaba expuesta, aun así su físico sigue estando bien trabajado, su pecho se movía rápidamente por su agitada respiración, sus mejillas estaban enrojecidas y su boca levemente abierta.

Lan Zhan desvió la mirada sintiendo un estremecimiento por todo el cuerpo, sus orejas ardían, ¿que acaba de pasar? Los latidos de su corazón se aceleraron, un temblor involuntario se apoderó de su cuerpo.¿Acababa de ver a wei ying de una forma lasiva?

—Hanguang-Jun ¿se encuentra bien?— preguntó el otro joven que estaba a su lado. Hizo un asentamiento con la cabeza mientras tragaba con nerviosismo y volvió a mirar hacia el frente, controlando su respiración.

El combate al parecer terminó, y los dos chicos se acercaron a ellos.— Lan Zhan ¿que te pareció? A nuestro A-Yuan le falta perfeccionar su técnica ¿no crees?— bromeó Wei ying.

— Ma-maestro wei no me llamé así por favor — exclamó un avergonzado Lan Sizhui. — ¿Pero porque no te diría así? Si tu eres mi rabanito — contestó Wei Ying abrazandolo mientras Sizhui más rojo que un tomate trataba de zafarse y un Lan Jingyi muy divertido por la escena se reía a carcajadas.

[...]


—Los dos chicos que viste hace rato son jóvenes aprendices el más bajo se llama Lan Jingyi y el otro es Lan Sizhui, esos chicos te admiran mucho, deberías haber visto sus caras siempre que llegabas a su rescaté— Se río wei ying

—Era como si vieran a un Dios descender de los cielos — confesó con gracia mientras imitaba sus expresiones.

—¿Eres muy cercano a ese chico?— Preguntó Lan Zhan con su típica voz neutral.—Por supuesto, es prácticamente mi hijo— comento con entusiasmo.

—¿Tu hijo?— cuestionó Lan Zhan con una expresión confundida.—Bueno no me refiero a eso, digo, lo que quiero, lo que quiero decir es que lo quiero como a un hijo— explicó Wei Ying con una sonrisa nerviosa.

—Oh, entiendo — asintió sin más y volvió a preguntar —Entonces, yo también soy cercano a el— dijo con duda Lan Zhan.

—Bueno sí, tu también lo eres — contestó Wei Wuxian. — deberíamos regresar, ya está anocheciendo— Ambos caminaron de regreso mientras el cielo se oscurecía


Continuara...


  

El viaje del JadeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora