El viaje del Jade

7

Un fuerte dolor de cabeza dio comienzo a su mañana, le dolia todo el cuerpo y oía los ruidos amplificados.

—Al fin despiertas— le dijo wei ying en voz baja mientras le acercaba un tazón con agua— imagino que no te estarías sintiendo muy bien, esa debió ser la mayor cantidad de alcohol que bebiste en tu vida — continuó wei ying mientras se arreglaba su cola de caballo.

Lan Zhan se terminó todo el tazón y trató de recordar la noche anterior, algunas imágenes borrosas venían a su mente, solo recuerda haberle arrebatado el frasco de la sonrisa del emperador a Wei Ying y después todo se volvió oscuro.

—Estaba pensando que deberíamos de ir a ese estanque del que me hablaste, por suerte y encontraremos algo — comento sentado a su lado —¿me estás escuchando?— Lan Zhan miraba un punto fijo en la pared sin decir nada.

—¡Lan Zhaaan!— lo llamó mientras agitaba su mano frente a el — ¿No ha pasado los efectos del alcohol? — se preguntó Wei Ying.

Por otro lado el jade se encontraba luchando internamente con los recuerdos que llegaron a su mente. Estuvo abrazado de el toda la noche, cuando este quiso romper el abrazo, lo sostuvo con más fuerza sin dejarlo ir.
Aprisionó a Wei Ying entre sus brazos toda la noche. ¡Era real!. Quizás era otro de esos sueños que tenía recurrentemente. No dejaba de tenerlos desde el día en el que lo persiguió en la biblioteca, por mostrarle ese libro.

—¿Por qué tus orejas están tan rojas? En que cosas impropias estás pensando— Wei Ying quería mantener el perfil bajo pero molestarlo era muchísimo más satisfactorio. Wangji se sobresaltó por la pregunta y se tapó los orejas rápidamente.

—Tienes una piel muy gruesa, ¿como es qué tus orejas siempre son las únicas sonrojadas?— comentó haciendo que el otro se pusiera mas nervioso.

—No tengo pensamientos— dijo con un leve temblor en su voz —¿No? ¿Entonces que te tiene tan distraído?— cuestiono acercándose mientras lo miraba expectante.

—Anoche, ¿hice algo extraño?— pregunto alejándose un poco de la cercanía, la cual lo comenzaba a inquietar —¿Recuerdas algo?— pregunto con algo de sorpresa — Mmn—Lan Zhan asintió.

¡Oh por los dioses! ¿Como es posible que lo recuerde? Se tomo un frasco entero, ¡pero podía recordar! Y las veces que solo bebió un trago no lo hizo. ¿Por qué tenía tan mala suerte?

—Pues no es nada extraño, solo intercambiamos un abrazo. Se que ahora no te gusta el contacto físico, pero como me lo permitiste lo hice ¿te molesta?— dijo moviendo sus dedos nerviosamente.

—No, al contrario debió ser molesto para Wei Ying— hizo una pausa estando claramente avergonzado —Te abracé toda la noche— agregó sin poder mantener el contacto visual.

—Hey, hey, tranquilo no me incomoda, fue agradable. No es la primera vez que compartimos un abrazo— afirmó mirándolo con ternura.

Una extraña calidez se alojó en el pecho de Lan Zhan, la forma en la que sonría Wei Ying y ese brillo que aparecía en sus ojos cada vez que le hablaba, hacia parecer que el mundo se detuviera, solo existían ellos dos, no sabia cuando le dejo de molestar su presencia, todo de sí le parecía tan encantador, jamas alguien le había hecho sentir así, incluso esa voz ruidosa y personalidad agitada que antes le parecían defectos, ahora era las cosas que más le encantaba.

—Bueno como te decía antes, sería buena idea ir al estanque que me mencionaste— comentó levantándose de la cama.

—Mmn.

Continuara...