Recuerdos de una amistad

Dulces Recuerdos

Era una mañana tranquila, adentro de una escuela se encuentran nuestros dos protagonistas, un elefante llamado Oscar y una Erizo llamada Erizo, ambos hablaban entre si acerca de su día, riendo de vez en cuando.

De repente al salón de clases entra el profesor, dando la orden para que todos tomaran asiento.

- Bueno chicos el día de hoy se unirá al grupo un nuevo alumno, espero que lo reciban de buena manera, dejando eso en claro, Señor West podría pasar a presentarse – dijo el profesor señalando a un estudiante que estaba en la puerta.

El alumno era un gato con el cabello castaño, un poco alto y traía una camisa verde.

- H…hola m…me llamo Christopher, Christopher West – dijo el gato bastante nervioso pues no era muy bueno hablando frente a muchas personas.

- Soy de Dallas, pero mi familia se mudó aquí debido al trabajo de mi padre, me gusta jugar videojuegos y leer historias de ficción, espero llevarme bien con todos, gracias – dijo Christopher bastante sonrojado por la vergüenza que le daba estar frente a tanta gente.

- Ok, muy bien Christopher ve a tomar asiento, puedes ir a ese que esta al lado de la señorita Erizo – dijo el profesor señalando el asiento.

Christopher fue a su asiento, se acomodó y el profesor inicio con su clase.

Erizo se dio cuenta que Christopher estaba bastante nervioso así que lo intentó calmar, - Hola Christopher soy Erizo, un gusto conocerte – susurro Erizo al gato.

- Ah, hola Erizo también es un gusto conocerte – respondió Christopher intentado iniciar una conversación con Erizo, para empezar a sentirse bienvenido.

- Tranquilo, se lo que se siente ser la nueva en el salón, pero por suerte tenia a mi amigo Oscar conmigo en todo momento, es el elefante – siguió diciendo Erizo mientras señalaba a su amigo que estaba atento a la clase.

- Oh, un placer conocerlos a los dos, la verdad en mis otras escuelas no era muy bueno haciendo amigos, pero contigo hablándome para recibirme, ya no me siento tan nervioso – susurraba Christopher tranquilamente.

- Cuando quieras – dijo Erizo, así siguieron el resto de la clase susurrando entre ellos para conocerse mejor.

Al terminar la clase, sonó la campana para el recreo, Erizo invito a Christopher a jugar con ella y Oscar para conocerse mejor, cosa que al instante acepto Christopher.

Al parecer la suerte le sonreía al gato, pues nunca había sido bueno haciendo amigos en su antigua escuela, pero en esta de una vez llego, ya tenia dos nuevos amigos para conocer.

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Cinco años después
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Era un día tranquilo, las aves cantaban y había un agradable silencio en el ambiente, silencio que fue cortado de golpe por el sonido de la campana de una escuela avisando que las clases estaban a punto de empezar.

A lo lejos podemos ver a una Erizo y a un elefante corriendo lo más rápido que podían para no llegar tarde.

- Vamos Oscar ya casi llegamos – decía Erizo corriendo lo más rápido posible.