Los ojos desenfocados de Keisuke se dirigieron a Chifuyu, intentando centrar su mirada en él, incluso cuando era imposible por su situación actual. La cabeza le daba un montón de vueltas, sintiéndola completamente pesada y molesta. Tenía una molestia en el costado, con la zona de las costillas adormecida y hormigueante. Intentó moverse, pero la incomodidad se hizo mayor. Sus extremidades estaban casi inmóviles, demasiado pesadas para moverlas por su propia cuenta.
¿Qué había pasado? ¿Ya había muerto? No podía recordar exactamente lo que pasaba hace algunas horas, estando demasiado ido para formar y unir ideas coherentes en su cabeza.
—Baji-san.
La voz fácilmente reconocible le hizo espabilar un poco más. Chifuyu estaba ahí a su lado, ¿por qué? Si se suponía que acababa de morir. ¿Estaba en el cielo a caso? Quizás su teoría de que el rubio era un ángel podía ser cierta.
Abrió la boca, con la garganta completamente seca y adolorida.
—¿Estoy muerto? —preguntó, con voz demasiado baja para ser escuchada fácilmente.
—No, Baji-san —murmuró Chifuyu, sonriéndole aliviado—. Estás vivo.
El azabache hizo un gesto parecido a fruncir el ceño.
—¿Entonces porqué estás aquí? —el rubio se mordió el labio inferior, sintiendo como su pecho dolía ante las palabras del contrario.
—¿Se supone que no debería haber venido? —inquirió, intentando respirar con calma para no derramar más lágrimas.
—¿No? —sonó más como una pregunta que como una respuesta, pero daba igual—. Los ángeles sólo aparecen cuando mueres, ¿verdad? —Chifuyu asintió, un poco confundido—. Y si yo sigo vivo, tú deberías volver al cielo con tus amigos ángeles.
Las mejillas del menor se colorearon de un leve color rojizo, completamente avergonzado. Keisuke estaba delirando, definitivamente, no había forma en que fuese capaz de soltar tales frases estando dentro de sus cabales. Manjiro se aguantó la risa por detrás de ellos.
La madre de Keisuke se levantó de su silla, acercándose a Chifuyu para susurrarle un «iré a hablar con el doctor» al oído, seguido por un sugerente «cuidense». Sabía que lo hacía para burlarse de él, y lo había conseguido muy bien, porque su sonrojo aumentó mucho más.
Cuando la mujer dejó la habitación, su atención se centró nuevamente en el azabache.
—No soy un ángel, Baji-san —corrigió.
Keisuke pareció no creerle.
—¿No? —Chifuyu negó con la cabeza—. ¿Entonces quién eres? ¿Y por qué eres tan lindo?
El menor necesitó tomar aire cuando la última palabra golpeó sus oídos. Mikey no se contuvo más y comenzó a reír a carcajadas, burlándose de la expresión del menor.
—Soy Chifuyu —le dijo, ignorando la última pregunta debido a la vergüenza que le daba responderla.
Los ojos de Keisuke se abrieron con genuina sorpresa.
—Te llamas igual que mi novio —soltó de golpe, aturdiendo a Chifuyu hasta los huesos.
Manjiro arrugó las cejas, sin comprender hasta el final lo dicho por el azabache. Caminó hacia ellos, colocándose de pie detrás de Chifuyu, mirando por encima de su hombro a Keisuke. El chico sonreía como si nada, ajeno a lo que había causado tanto en su amigo como en su ¿crush?
El mayor miró a Chifuyu luego de analizar completamente a Baji. Sus ojos sugerentes exigían todas las explicaciones que se le pudieran dar.
—¿Tú y Baji estaban saliendo? —inquirió.
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Hasta perder el sentido • Bajifuyu ¦ ✔
FanfictionKeisuke Baji pudo preverlo mucho antes de que sucediera, así que simplemente decidió cumplir su más grande deseo antes de que fuera demasiado tarde. Esa noche iba a arruinar su amistad con Chifuyu por completo. ・・・・・・・・・・・・・ •Contiene spoilers del a...