La ya degastada campanilla arriba de la puerta sonó cuando Chifuyu la empujó para entrar a la pastelería, con un considerable cansancio desbordando por su cuerpo, arrastrando sus pies adoloridos y limpiando el sudor caliente que se derramaba por su cuello y mojaba la camiseta color salmón de su uniforme, con el logotipo impreso de la pastelería en letras cursivas y un casco de motocicleta negro brillante que usaba cada que hacia un viaje al rededor de la ciudad como repartidor. Su rostro estaba levemente colorado y ardiendo por el sol que había estado demasiado fuerte esa tarde, y su espalda dolía por las horas que se mantuvo encorvado manejando esa vespa antigua amarilla que usaba para transportarse.
— ¡No vuelvo a ir a ese lado de la ciudad Hina! — Bufó mientras se desprendía del casco sobre su cabeza y lo arrojaba a una de las pocas mesa desocupadas al fondo de la pequeña pastelería.
La nombrada le sonrió, se disculpó y agradeció por su arduo laburo invitándolo a la cocina a probar las sobras de lo que parecía haber sido una prueba de postres para boda que justo parecía haber terminado momentos antes de que llegara. Chifuyu había querido estar presente cuando se había enterado de la ocasión, pues solía escabullirse junto a sus otros compañeros de trabajo y tomar una que otra rebana fingiendo su propia degustación. Pero su trabajo era tan versátil que cuando Hina le pidió que fuera a dejar un pedido casi a la punta de la ciudad no había quedado de otra que aceptarle y haber dejado de lado sus ganas de probar las deliciosas tartas recién horneadas por las bendecidas manos de Hinata.
Detrás de las vitrinas del mostrador, y atrás de los demás chicos que estaban atendiendo, los clientes no lograban visualizar al rubio relamiéndose los dedos cubiertos de mermelada ácida que adornaban una de las pociones sobrantes. Pero él si que podía ver a los molestos comensales que entraban y salían de la pastelería, algunos tan maleducados que parecían estar discutiendo por un cambio mal entregado, otros quejándose sobre lo disparatados que estaban los precios y otros sencillamente comprando sin hacer demasiado escándalo. Todo un espectáculo que entretenía su agotamiento.
Más sin embargo su atención rápidamente cayó a un peli negro demasiado conocido dirigirse desde los baños hasta la puerta de salida, caminando cabizbajo y con hombros tensos acompañado por un chico de estatura más baja, cabello rubio recogido en una media coleta, que apoyaba su brazo (ó hacía el intento) sobre los hombros de Baji, de forma que buscaba atraerlo más hacia él. No lograba visualizar las facciones del chico más alto, pero no lo necesitaba. No estaba equivocado en haber supuesto de quién se trataba cuando vió su perfil.
Chifuyu le dió un último mordisco a la rebanada de pastel de kiwi en sus manos y se acercó a el mostrador para sacarse la incógnita que se plasmó en su cabeza al ver retirarse a los dos individuos que parecían agradecer la compañía que se brindaban. Escondiéndose detrás de la espalda del cajero para no ser visto, los observó con mucho detalle. Baji tenía una ropa más casual, camiseta gris desprendida de su cuerpo y pantalones deportivos de color negro, mientras que el otro chico usaba una sudadera de un color apagado. No quería imaginar cosas que no debería, quizá no conocía demás a Baji y aquél chico era algún buen amigo ó conocido con el que había pasado el rato pero su notable cercanía lo descolocó bastante. Sobre todo cuando su mente conectó una cosa con otra y se percató que su cabello pelinegro estaba un tanto desordenado y la ropa del más bajito estaban arrugadas y llenas de varias gotas húmedas de lo que esperaba era agua.
¿Baji había rechazado su propuesta porqué tenía pareja? Probablemente, nunca aclaró que tenía pareja
¿Ó sencillamente tenía planes? También, pudo quedar con sus conocidos
¿Será en ese caso que chico en verdad era algún amigo? Podría ser, el mismo compartía esa cercanía con los suyos
Ó por último ¿Será algún familiar? Ni idea, no había mucha similitud física, pero el mismo no se parecía a ninguno de sus primos.
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Charmolypi; Bajifuyu
FanfictionEran dos gatos, un techo y el peculiar chico pelinegro cubierto de melancolía misteriosa lo que puso la vida de Chifuyu de cabeza. Para bien o para mal, estaba enamorado. . . . - AU - Intento pobre de Angst