- Es una alegría volver a verte Aby - dijo Sofía sonriendo mirándome me mantenía inexpresiva
- Me gustaría decir lo mismo - dije fríamente mirándola indiferente
- Son mis hijos los mayores Artemis y Ares - dijo Juan llamando mi atención lo mire es...
Artemis me envolvió en sus brazos, escondí mi cara en su pecho soltando en llanto senti unas manos rodear mi cintura. Ninguno dijo nada dejaron que me desahogara sentía un peso menos
- Lo siento - dijo Artemis en mi oído negué sorbiendo mi nariz
- Te abrazariamos pero estas desnuda - dijo Hades divertido escuche como aclaro su garganta - aunque no estaría nada mal
- Dense la vuelta - dijo Artemis fríamente pegándome a su cuerpo solté una risa - tu no te rías
- No es como si nunca hubieran visto a una chica desnuda Hidalgo - dije apartándome rodando los ojos me puse la blusa y las bragas
- Eso es cierto, acaban de follar - dijo Hermes sarcástico rodando los ojos hice una mueca porque no me sorprendia
- Bueno, ya que arruinaron mi polvo debo irme diviertanse - dije sería tomando mis zapatillas deportivas y jean comenze a caminar sin dejarlos decir nada
Llegue a mi auto me monte avente mís cosas a el asiento de copiloto, arranque saliendo de una maniobra mantenía mi vista en la carretera llegue a casa suspire. Deje el auto en el garage y entre a la casa ví las pertenencias de mis padres junto a el sofá, negué no quería ver nada quería seguir creyendo que ambos seguían de viaje. Subí a mi habitación apresuradamente me quité la ropa restante y entre a el baño, me di una ducha de agua fría una vez lista salí seque mi cuerpo y pelo con la toalla
Tome las cremas y humecte mi cuerpo entre a el clóset y me puse a escoger mi outfit
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Arregle mi pelo en pequeñas ondas, tome mi maquillaje arreglando mi fea cara una vez lista mande un beso a mi reflejó. Salí de mi habitación baje escuche un celular me acerque a las maletas, abri una de ellas me fije que era el celular de Papá ví y era Romina lo apague haciéndo una mueca vamonos de fiesta
(...)
Hice una mueca tenía sueño y probablemente tenga resaca pero me valía mierda, había llegado a casa hasta el día siguiente y estaba el señor que cambiaba las cerraduras. Sentía mis ojos cerrarse escuche la puerta levante la vista viendo a los idiotas, entre ellos estaba Josua el idiota que creí mejor amigo hice una mueca aburrida
- ¿No es muy temprano para las fiestas nena? - dijo Marcus sonriendo divertido beso mi cabeza
- Ufff apestas a alcohol - dijo Hermes divertido antes de besar mi cabeza como sus hermanos los idiotas me vieron mal
- Acabo de llegar de una fiesta - dije sería elevando mis cejas Josua tomó mi cabeza levantándola manote su mano - ¿Que haces aquí?
- Vine a ver como estabas y al parecer más que bien - dijo Josua irónico mirándome de pies a cabeza - volviste a la antigua tu
- Si quieres saber si folle si lo hice, probablemente también probé un par de drogas y talvez solo talvez la Hera de antes vuelva - dije fríamente sonriendo con ironía Josua hizo una mueca me di cuenta que el señor me miraba - ¿termino?
- Ehh si todas están cambiadas - dijo el señor asintiendo asenti tome el cheque de la mesa y se lo tendi - gracias pase un buen día
- Igualmente - dije asintiendo salió cerrando la puerta detrás de el escuche como sonaba de nuevo el celular de Mamá - ¿Que hacen aquí?
- Queríamos saber cómo estabas - dijo Apolo llamando mi atención lo mire me miraba tímido
- Bien - dije sería asintiendo quería estar sola y llorar pero no quería hacerlo frente a ellos
- Mi madre quería saber cuando vuelven tus padres de viaje - dijo Josua llamando mi atención lo mire me miraba serio enarque una ceja mirándolo
- Pronto aún no han llamado - dije sería haciendo que los Hidalgo se mirasen entre ellos Josua asintió
- Si llaman diles que vine - dijo Josua serio asenti se acercó bajo la mirada atenta de todos se inclinó y beso la comisura de mis labios - te quiero
Pero no le respondí, este beso no se sintió igual a los que daba antes no se sentía cálido como los de antes y eso me asustaba. Josua sonrió levemente y camino hacia la salida con mi mirada sobre su espalda, salió dejando un silenció incómodo y sepulcral algo me decía que ya no confiara en el algo en mi decía que ya no era el Josua que yo conocía
