ꕤ | Amigos.

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Capítulo 2

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Capítulo 2.

Terence

—Buenos días, Stone —saludo rápidamente volando delante de Stone quién está revolviendo el polvillo mientras cae de un tronco para empaquetarlo en bolsos de hojas para separar la ración de cada mes.

—Hola, Terence —me responde siguiendo con su trabajo.

Sus palabras son suficiente para seguir con mi camino. Necesito terminar lo más pronto posible.

Cuando las bolsos llevan hasta a mí, con uno de mis pies lo levanto las bolsas y las paso sobre mis hombros para después golpearlo con mi cintura. Es una maniobra que me facilita y me ahorra tiempo a la hora de pasarle el polvillo a mi compañera.

—¿Qué están esperando? ¡Muevan esas alas! ¡Las hadas de tierra firme no van a poder volar sin el polvillo de hada!

Oh no. El hada Gary esta estresado porque cree que no vamos a llegar a tiempo y eso siempre es mala señal.

Lo compruebo cuando escucho su voz llamando.

—Terence, ¿entregaste sus raciones a los exploradores?

Mientras prosigo trabajando, le contesto con tranquilidad.

Creo que voy a bien ritmo. Sí lo hago al doble del tiempo estipulado, podré ayudar a Tink hoy como se lo prometí.

—Sí. Terminé las de hoy y la mitad de mañana.

—No lo olvides, una taza por hada. Ni más ni menos.

Chasqueo la lengua.

Siempre repite lo mismo. Es como su ley de vida.

—Mmm... lo sé, hada Gary.

...

Al escuchar la alarma, siento un pequeño cosquilleo en el estómago.

¡Ya es hora!

—Bueno, esa es mi señal. Luego los veo chicos.

—Y... mmm... ¿Ahora dónde irás? —pregunta curioso el hada Gary.

Contengo un suspiro. Últimamente todos me andan molestando con Tink.

No los entiendo. Solo somos amigos.

No, me corrijo. Mejores amigos.

—Tengo unos asuntos y cosas.

—Aaaaah, ¡asuntos! —murmura X golpeando sutilmente a Y para que le siga el juego.

—¡Y cosas!

Cuando me vengo a dar cuenta, las tres hadas me están mirando de una manera muy picarda y en su tono de voz se siente cierta ironía y burla.

Frunzo el ceño confundido.

—¿Por qué están diciendo todo así? —dudo.

—¡Ninguna razón! —hablan al unísono y los tres se miran cómplices para luego observarme a mí.

Eso me hace arrugar más el gesto.

¿Qué les pasa?

—Mmm... si eso dicen.

Prosigo volando para salir del depósito, pero la voz del hada Gary me distrae por un segundo.

—Saludados a Tinker Bell —añade con burla haciendo que las demás hadas restantes suelten unas risas.

—¿Qué...? —farfullo antes de comerme la repisa que contiene algunos cestos vacíos, por suerte, y aterrizar de forma no muy linda en el suelo.

Detrás de eso oigo más risas. Literalmente se están burlando de mí.

—Muy simpáticos —digo poniéndome de pie y quitándome un cesto de la cabeza—. Es cierto —admito—. Adivinaron. De nuevo voy a ayudar a Tink.

Entre tanto limpiándome, me encuentro con una cosa que se estira mucho.

Una idea de quién podría necesitarlo me ilumina la mente.

Sonrío.

Perfecto para Tink, le encantará.

—¿Está bien si me quedo con esto?

—Claro.

—Gracias. —Guardo el objeto dentro de mi bolsa—. Hasta mañana.

Después emprendo vuelo hacia el lugar donde Tink y yo acordarnos que nos reuniríamos.

Sonrío cuando la veo trabajando en su último invento.

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⏰ Última actualización: May 23, 2023 ⏰

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Un instante entre nosotros dos | Tinkerbell & Terence.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora