Dos Kims - Minwon

Capítulo 5

Wonwoo nunca ha conocido a nadie que trabaje tan duro como Kim Gyu. Gyu vierte toda su energía, toda su alma en todo lo que hace, ya sea en la escuela o en algo completamente diferente. Nadie trabaja tan duro como Gyu, y Wonwoo admira mucho eso de él.

Honestamente, hay muchas cosas que admirar de Gyu. Y ahora mismo, Wonwoo tiene la oportunidad perfecta para sentarse y admirarlo.

Son un poco más de las ocho de la noche del martes y Gyu se ha quedado dormido en la mesa. Wonwoo está allí, sentado frente a él, con una sonrisa afectuosa que hace que sus ojos se llenen de calidez mientras recorre con la mirada a Gyu.

En estos días, Wonwoo estudia mucho en el apartamento de Gyu, y los dos a menudo se encuentran estudiando hasta altas horas de la noche. Wonwoo está acostumbrado a pasar tiempo con Gyu en un cómodo silencio mientras estudian, y está acostumbrado a estar en casa de Gyu mucho después de que se haya puesto el sol. Pero no está acostumbrado a ver a Gyu dormirse mientras está estudiando.

Los ojos de Gyu están cerrados y la luz de su computadora portátil abierta se proyecta sobre su rostro, iluminándolo. Todavía tiene un resaltador entre los dedos, sujeto con un agarre suelto, y Wonwoo puede escuchar sus suaves respiraciones empujando a través de sus labios entreabiertos.

Gyu trabaja duro, Wonwoo lo sabe, y siempre había pensado que un trabajador es alguien a quien se debe respetar. Sin embargo, Wonwoo se pregunta si Gyu se excede a veces. Tal vez se esfuerza demasiado.

Wonwoo puede estar aquí para ver a Gyu así en este momento, pero ¿con qué frecuencia sucede este tipo de cosas? ¿Con qué frecuencia hace esto? ¿Con qué frecuencia estudia tanto que termina desmayándose en la mesa, usando su libro de texto como almohada?

La sonrisa de Wonwoo se vuelve un poco triste.

¿Es así como Gyu se duerme por la noche cuando está solo? La idea hace que el corazón de Wonwoo se sienta pesado. La idea de que Gyu se despierte solo en la mesa, solo en su apartamento, hace que las comisuras de la boca de Wonwoo se hundan.

Incluso si Gyu está acostumbrado a vivir solo, Wonwoo nunca quiere que se sienta solo. Quiere cuidarlo.

Después de permitir que su mirada se detenga en Gyu por un momento más, Wonwoo inhala profundamente y lentamente se aleja de la mesa, haciendo un esfuerzo por estar lo más callado posible. Cuando se pone de pie, Gyu ni siquiera se mueve. Debe estar muy cansado y Wonwoo tiene la intención de dejarlo descansar.

También hay algo más que quiere hacer por él.

Caminando de puntillas hacia la cocina, los ojos de Wonwoo vuelven a Gyu de vez en cuando, solo para asegurarse de que todavía está durmiendo. Gyu permanece como está, con la mejilla presionada contra una página de su libro de texto abierto y su rostro completamente relajado, libre de todo el estrés que pueda haber tenido hoy.

En la cocina, Wonwoo está ocupado buscando en los armarios en silencio, y tiene que abrir algunos armarios diferentes antes de que finalmente encuentre lo que ha estado buscando.

Diez minutos más tarde, y con cuidado está colocando una taza de té verde humeante junto a Gyu, que todavía está durmiendo.

Mientras lo mira, Wonwoo se pierde en sus pensamientos, mordiéndose el borde de su labio. Todavía quiere hacer más por Gyu, quiere que esté cómodo y que se sienta bien cuando finalmente se despierte. Con eso en mente, Wonwoo recupera una manta blanca del sofá de la sala de estar y, con sumo cuidado, la coloca sobre Gyu.

Y Gyu todavía no se despierta.

Wonwoo está a punto de emprender una misión para encontrar una almohada para que Gyu pueda tener algo suave sobre lo que descansar la cabeza, pero sus pasos vacilan cuando escucha un leve gemido proveniente de la mesa.