Somos Algo Inusual

Prólogo

Ese invierno habría sido duro, frío y para nada abrazador de no ser por él. Al principio no tenía ni la menor idea de porque lo era, pero después lo supe; por su forma de hablar, de escuchar, de emocionarse y enojarse, de sentir con el corazón cada canción en la radio, de protegerme de todo mal y ser mi chaleco antibalas, de tocarme en cada abrazo o beso, en cada una de sus sonrisas que se me guardan en la mirada, de su manera de ver, verme y vernos.

Si alguien me hubiera dicho que ese chico; sí, ese mismo que, al cual no llegaba a tolerar y que cada vez que lo veía cerca me encaminaba a odiarlo más; iba a ser el mismo chico que me pondría los pelos de punta, me llevaría a imaginar la constelación completa y las estrellas más brillantes con tan sólo ver sus ojos marrón oscuro, diría que perdió la cabeza o así pensaría mi yo del pasado.

Porque ese mismo muchacho me hace pensar en todos los mandamientos que estoy quebrando pero también en todos los pecados que querría cometer sólo por él.

Tan solo pensar que el poder que tiene ese hombre en mí, es tan fuerte que mataría por él, entregaría todo con tan solo no ver tristeza y lágrimas en esos ojos que me mostraron que no se tiene que ir tan lejos para encontrar tu lugar seguro.

Quedé totalmente enloquecida con su deslumbrante cabellera oscura que hasta donde yo sabía, era la única razón para levantarme en las mañanas para ir al instituto.

Nosotros no estábamos destinados a ser lo que fuimos; pero quién nos negaría el derecho amar algo prohibido y declararlo como nuestro.

 Éramos el ritmo que solo nuestros latidos pueden seguir, momentos que no sólo se quedaban en los ojos sino que también en la mente y en el corazón. Los únicos nombres que querían pronunciar nuestros labios y los cuerpos que querían tocar nuestras manos. Éramos la única persona para el resto de nuestras vidas y la historia de amor más única, intensa y rara que podrías pensar en tu sano juicio, porque así somos nosotros, somos algo inusual.