Posesivo

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Merlin se llevaba muy bien con los caballeros de la mesa redonda, después de la guerra y la interminable lucha con Morgana y sus aliados el tiempo de paz se instaló en el reino, lo cual llevó que las relaciones de todo tipo prosperaran, que la magia se expanda y muestre como lo que era, un Don magnífico, mistico y extravagante.

Sin hablar de la evolución que ello le dio al pueblo como sociedas, prosperidad y ayuda en un montón más de aspectos unos más importantes que otros.

Merlín era visto como lo que era, el hechicero más poderoso que una vez pasaría la tierra y para entonces toda criatura mágica sabía de boca de Druidas quien era él y por qué es tan importante.

- Ah! en toda tu cara! - Gwaine rio después de aventarle un enorme tomate a medio podrir en el rostro, Percival lo siguió lanzandole un par de, suaves y nada dañinas, hojas de lechuga que de todas formas olían mal, como toda su persona.

- Es increíble que Arturo siga castigandote así - Lancelot estaba divertido de ver lo que todos arrojaban al poderoso hechicero que ya tenía una enorme cantidad de suciedad en su cabeza atrapada por la madera.

- No debí decirle que le raciono la comida - Se carcajeo como si no estuviera en una mala posición justo en ese momento.

Lancelot colocó los ojos en blanco, Gwen a su lado simplemente negó con la cabeza - Creo que ya debería ser suficiente. 

- Debo estar aquí hasta el sonido de las campanas - Explicó el mago, el podría simplemente escapar de allí sin mover un sólo músculos mas le parecía divertido y a su vez, no quería quitar autoridad a Arturo, podría causar que el Rey desconfíe de él y eso es algo que no quería ni él ni toda la comunidad nueva que se iba afianzando tímidamente a la sociedad actual.

La multitud a su alrededor se abrió y para sorpresa de todo el grupo de amigos, un sujeto a caballo apareció, oscuro, sombrío y con un aura aterradora que causó desconfianza.

- Vengo por vuestro Rey -

- De parte de quien? - Gwaine limpiaba sus guantes frotando sus manos entre ellas sin siquiera ver al hombre. Percival lo codeo.

- Godfrey Riddle, el sabe quien soy -

Y Merlin también sabía quien era, no necesito más que un par de vistazos a su túnica, a su bolsa, a su caballo para saber quien era. Un mago, uno muy malo, uno que le traería problemas a Arturo si no intervenía.

Merlin de un parpadeo quito los seguros y se colocó de pie en toda su altura, un aura dorada acabó por limpiarlo y el hombre frente a él finalmente, volteó a verlo. Subio una ceja en su dirección. 

- Atrevido de su parte pensar que dejaré que se acerque a él- 

- Disculpa eres tu... su siervo? su guardia? - Él sonreía de medio lado, los ojos verdes presionando los suyos a evitar tan terrible contacto, no flaqueo.

- Su amigo... y uno muy cercano -

- Entonces eres su siervo, ahora haz tu trabajo y ve por tu dueño -

- Merlin, Qué sucede? - La multitud se abrió aún más para dejar entrever a su Rey que caminó veloz entre ellos hasta llegar y percibir la tensión alrededor - Ah... Quién es usted? - El pelinegro extranjero volvió a sonreír y se adelantó bajando del caballo, Merlin inclinó la cabeza y detuvo al hombre en seco.

- Yo so-

- Nadie, él es nadie - Merlin no había quitado los ojos de Riddle ni un segundo, el extraño frunció el ceño al verse restringido.

- Merlin - Advirtió Arturo comenzando a intentar calmar al hechicero -... el puedo hablar conmigo -

- No. - El castaño no fue flexible, las personas hicieron un sonido colectivo de sorpresa y Arturo carraspeo incómodo. Merlín lo comprendía, él es el Rey mas no podía colocar a Arturo en una mala posición con este mal - No me conoces, por lo que veo - se dirigió a Godfrey para ahuyentar las miradas que habían sobre el.

Flufftober 2021 [ Merthur ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora