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Capítulo 00: La caja.

T/n:

Como todos los días después de hacer las tareas estaba atendiendo en el mostrador del taller o mejor dicho la juguetería de mi padre, me encantaba más que nada estar allí y ayudar a las personas que llegaban, simplemente adoraba ver cómo mi papa hacia feliz a las personas que llegaban con sus obras de arte.

Estaba viendo como una niña pequeña salía de la juguetería acompañada de su padre, ella daba brinquitos de alegría mientas sostenía su mano para después girarse hacia mí y sacudir su mano en símbolo de despedida, sin dudarlo yo imite su acto con una leve sonrisa y así hubiera continuado de no ser porque unas risitas me sacaron de mi trance.

—Je je je— levemente me gire hacia un lado mío encontrándome con mi padre a un lado del mostrador, parecía que miraba hacia la dirección donde antes se encontraba la pequeña infante.

—¿Qué pasa?— indague confundida pero con un tono divertido.

—Nada, — me respondió mientras me miraba con una leve sonrisa —es solo que adoro ver que al menos una de mis hijas se interesa en el negocio familiar—continuo acercándose a mí para luego revolver mis cabellos (c/c), a lo que yo sólo reí levemente.

—No es por nada pero enserio admiro tu trabajo— dije sonriendo mientras acomodaba un poco mi cabello ligeramente despeinado. —Además adoro a los niños—

—Sí,— dijo cruzando sus brazos mientras una sonrisa pícara se formaba en sus labio —eso es muy bueno, porque cuando crezcas quiero tener muchos nietos— continuo de manera juguetona.

—¡¿Qué?!— exclame asustada, apenas tenía 17 años y era muy pronto para pensar en formar una familia. – ¡No, no, no, no, aún es muy pronto y tengo una carre...! – antes de poder terminar mi padre se hace a reír como nunca.

—¡Ja ja ja!— mi padre soltó algunas estruendosas risotadas. —Debiste de ver tu rostro— dijo limpiando se algunas lágrimas. —Sólo fue una broma.—

—Una broma muy enserio— dijo mi madre quién apareció de la nada, mi papá solo frunció el ceño. — Algún día tu tendrás que elegir tu propio camino y tomar tus propias decisiones, eso incluye formar tu propia familia o más bien de tu marca– dijo ella mientras miraba a mi padre con una sonrisa victoriosa – Tú fuiste el que empezó, ahora te aguantes.—

—Bueno, ya es la hora de cerrar— dijo mi padre cambiando de tema creo que se encontraba dolido por aquella idea, o al menos eso es lo que yo creo.


—Yo cierro,— dije sonriendo —ustedes vallan a descansar—


—Pero...— protesto mi padre.


—Insisto — dije negando mientras movía algunas cosas del mostrador y las dejaba en un cajón. —Vallan, no tardaré, lo prometo—


—Está bien corazón,— dijo mi mamá saliendo de la tienda junto a mi padre —ten cuidado, nos vemos en la casa— dijo antes de cruzar la calle siendo acompañada por mi padre.


—¡Y cuidado con los chicos!— grito el mientras entre cerraba sus ojos y movía su mano en un movimiento de «te vigilo».

—No prometo nada— confesé divertida, el solo me fulminó aún más con la mirada al igual que su ceño a lo que yo no pude evitar reí —¡yo también te amo papá!—

Sin más me dispuse a comenzar con mi labor y esperé un poco más en el taller, si no me equivocaba el señor Robert vendría para recoger un conejo de juguete para su hija, la cual pronto cumpliría años.

—Espero y a la pequeña Lily le guste— dije mirando por última vez al muñeco —Me esforcé mucho para que quedara perfecto—

Yo lo miraba concentrada buscando algún defecto en el cuándo sonido de la campanilla de la puerta me saco de mis pensamientos.

Creía que era el señor Robert pero grande fue mi sorpresa al ver que se trataba de una niña pequeña, era algo pálida de cabello castaño y ojos cafés. Su vestimenta era algo fuera de lo normal pero eso no quitaba que su atuendo era tan lindo como ella, portaba un lindo vestido de color rojo el cual le llegaba arriba de las rodillas con encajes blancos, las mangas eran muy largas, hasta tal punto de arrastrarse por el suelo, además de que tenía una capucha atada con un gran lazo blanco y no solo eso, la pequeña llevaba unas mallas de muchos colores junto con unas zapatillas negras.

Sin pensarlo deje el pequeño conejo sobre el mostrador y comencé a caminar a su dirección con una pequeña sonrisa.

Dⲓffᥱⲅᥱᥒⲧ [Jason The ⲦoyⲘaker]Where stories live. Discover now