poemas ʚĭɞ

Dulces y frías noches

Jamás me imaginé que el frío de la noche fuese tan acogedor, y que el sol fuese tan arrasador. Esperar que sean las seis de la tarde para buscarte y encontrarte, encontrarte plasmada en una torpe imagen, imagen que solo refleja la lucha constante con poder despertarme todas las madrugadas, madrugadas tan cálidas por ser frías.

La temporada de octubre empieza, y el frío recubre mi cuerpo de pies a cabeza

¡Por fin los días son más cortos y las noches más largas!

¡Por fin puedo quedarme contigo más que tristes madrugadas!

¡por fin puedo escabullirme en un castillo de sábanas!

¡por fin puedo volver a sentirme aliviada antes de que sean las seis de la mañana!

Y es que lo intente, intente escapar, intente endulzar las tardes, intente poner una gran sonrisa y solo decir "buenos días", intente llegar al final del día sin falsificar mi alegría, intente con todas mis fuerzas no caerme de rodillas. Y ahora intento aferrarme, sostenerme de lo que encuentre para no caerme en el acantilado que se encuentra a mi lado.

después que el día a pasado, y por fin oscurece y el reloj marca las seis pm, y mi mascara procede a romperse, y puedo sentir como si pudiese correr, correr y correr y nunca volver, poder volar sin ya poder regresar, sentir una inmensa claridad florecer al estar aquí, viéndote a tí, y solo así poder reír , llorar o gritar.

Y es que cuando el sol oscurece y la luna resplandece, parece que tu imagen por fin saliese de su triste realidad, y viajase por toda la noche a su tan esperada felicidad. Las noches son mis pases a la libertad, a la realidad que solo existe en mi pensar, donde solo puedo imaginar encontrar mi paz.

Luego vuelvo a mi realidad, porque el sol aparece tras el ventanal, y aunque te veo, y aunque te veo no puedo, verme plasmada en ese frío y pálido reflejo en ese torpe y roto espejo me hace recordar toda la rutina que tengo que pasar. los días que aunque están más cortos de lo habitual se sienten inmensos de verdad, y mis dulces noches más cortas de lo usual.

Me encuentro colocando la máscara que me hace normal ante la percepción de los demás y luego echamos andar, otra vez, el día se repite, y se siente como el auge de un buitre, y al final como siempre las dulces y frías noches se convertirán en mi oportunidad de libertad.

ʚĭɞ