Capítulo 4 - Desilusión.

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Mark Siwat a pesar de su inteligencia tenía un defecto y es que se deja manejar fácilmente, para él solo con ver es suficiente, no se detiene a preguntar ni a escuchar, una vez que se forma una idea nadie lo hace cambiar de idea, y este defecto el señor Jumglokul lo conoce muy bien, sabe perfectamente que hacer para tener a su hijo entre sus manos.

Habían pasaron días desde que Mark ignoraba las llamadas de Gun y evitaba a su hermano, pues seguía sumamente alterado por la lluvia de imágenes de Gun y de su hermano que llegaban a él, en ese momento se sentía enojado con todos. Gun llevaba días deprimido desde aquel último encuentro que tuvo con su alfa, aquel día que corrió tras él y estaba dispuesto a contarle la verdad, en los días después estuvo llamándolo con insistencia para fijar una cita y contarle lo que sucedía, pero él no contestaba, incluso terminaba cortándole las llamadas. Gun estaba adolorido y a esa altura se cuestionaba si valía la pena contarle todo a su Alfa, empezaba a dudar, aquellas dudas llegaron a provocar una discusión entre Mean y Gun, puesto que Mean estaba decidido a contarle todo a su hermano pero Gun se lo prohibía.

Era viernes en la noche cuando Mean entró al bar donde trabajaba Gun, aquel Alfa se detuvo a distancia para observar a Napat que sonreía animadamente a sus clientes, el corazón de este se arrugo porque sabía muy bien por el dolor que estaba pasando Gun y aún así tenía ánimos para sonreír en su trabajo. Habían pasado dos días desde que tuvieron la pelea y no se habían vuelto a comunicar, aún así, no lo perdía de vista, siempre lo cuidaba, no solo a él, sino a su sobrino que estaba por llegar, Mean no dijo nada pero desde el instante en que se enteró de que su hermano y Gun esperaban un hijo empezó a asustarse, su padre los tenía en la mira y este lo conocía muy bien, temía tanto por su hermano y su relación pero mucho más por la pequeña criatura. Caminó hacia la barra con la vista aún puesta en Gun, quien al verlo le regaló una ligera sonrisa, se quedó allí esperando a que terminara su horario.

—Kris.— Gun llamó a su reemplazo —Sirvele un trago.— fijo y apuntó hacia el Alfa castaño —Debo ir a prepararme, así que dale algo no muy fuerte, él me llevará a casa.— sonrió.

—¿Tomarás algo?— el chico le preguntó.

—Si, pero no alcohol, sirveme una soda con limón.— le sonrió y caminó hacia el vestuario.

Si Gun se hubiera imaginado que artimañas se tejían a su alrededor, que tipo de personas rondaban cerca de él y el tipo de personas con las que trabajaba aquella noche, no hubiera permitido ni siquiera que aquellos tragos fueran preparados por alguien que no fuera él. Gun regresaba hacia su mejor amigo, esta vez se sentó en la parte delantera de la barra y tomó su bebida, se sentía apenado por la discusión que habían tenido, ahora más que nunca podía perder a una de las pocas personas en las que contaba.

—No pensé que te volvería a ver tan pronto.— sonreía con la mirada baja.

—¿Por qué tendría que desaparecer?— Mean sonrió —¿No te dije ya que los cuidaria?

—P'Mean...— los ojos de Gun se volvieron cristalinos —¿Y Mark?

—Ni siquiera me dirige la palabra.— sonrió con tristeza —Gun, en realidad no sé lo que le sucede, a decir verdad tengo una ligera sospecha pero...

—¿Pero qué?

—Puede ser que mi padre esté detrás de todo esto.

—¿Qué? ¿Por qué?— una lágrima rodó por la mejilla del más joven —Mean, si se mete conmigo no importa, pero ustedes son hermanos, yo... Yo no puedo permitir que entre ustedes haya problemas, debo hablar con Mark, debo verlo, él debe entender que tú no has hecho nada.

—¡Tú tampoco has hecho nada!—-  golpeó la mesa con su mano —¿Cuándo dejarás de ser así? ¿Cuándo dejarás de preocuparte por los demás antes que tú mismo? A mí me importa una mierda si Mark me odia, yo lo que quiero es que ustedes estén bien, por eso debes decirle que van a tener un hijo, quizás de esa manera Mark finalmente consiga el valor de enfrentar a nuestro padre.— tomó un sorbo de su bebida.

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