entonces ¿que hacer?

34 4 0
                                    

Pasaron cuatro años desde la última vez que tuve una misión relacionada a ese teatro y el estudio de sangre.

Fueron años extraños pero nada parecía indicar que mía sospechas fueran algo que generaba peligro para mí o mi vida cotidiana.

No había completado mi venganza aún, parecía que ese objetivo estaba lejos de llegar al menos eso me reconfortaba.

Era diciembre.

Mi cumpleaños, el joven conde Phantomhive se convertía en un adulto, uno que había cambiado muy poco sinceramente, estaba más alto eso era bueno, pensaba que jamás crecería.

Cómo todos los días desde los 12 años ¿Creo? Había estado en mi estudio ya era tradición mirar la ventana con pesadez como si todo fuera una mera ilusión de mi mente para que pudiera sentirme bien conmigo mismo y los fantasmas del pasado que solo se alejaban cuando Sebastián estaba cerca.

- Por esto mori? - me estremecí al escuchar una voz tan clara y por supuesto conocida, algo que solo pensaba estaba en mis alucinaciones pero al girar a ver ahí estaba tan ... Vivo como pensé no estaría.

Imagino mi rostro fue de terror pues el Shinigami a su lado encargado de experimentos con sangre para revivir personas, sonrió.

Eso me aterrorizo más.

Sentí como las ganas de vomitar surgieron, trate de mantener la compostura pero no podía, sentía la necesidad de llorar y vomitar.

-Oh hermano como creciste, yo ... Bueno aún no mejoramos eso por lo que vez sigo siendo el mismo de cuando - sonrió - bueno me mataste, me dolió tanto ver qué profanaste mi cuerpo por aquel anillo - nego - era nuestro caramelo.

- Ci- Ciel ... Por ... Por qué? - cuestione mirando al dios de la muerte mientras trataba de pensar una razón lógica.

-Oh ... No podría soportar la idea de perder otro Phantomhive - musitó el platino con voz melancólica acariciando el cabello de aquel cuerpo. - me alegre tanto al ver qué había sobrevivido uno pero no podía perderlo ... - alzó al niño a su lado, una memoria pesada para mí.

- Ciel Ciel ~ así te llamas ahora no, hermanito? - esa sonrisa enserio me daba miedo - podría haberte quitado todo cuando tuve la oportunidad pero siento que no, eres mi hermanito debo protegerte de todos los males no es asi?

Me mantuve en silencio no podría decir nada, eso explicaba por qué Lizzie había estado tan distante desde que la rescatamos de la gente de bravat había ... Había descubierto mi secreto.

- me robaste todo incluso mi nombre que mal hermano eres pero no te preocupes pronto te quitaré todo también - miro a mi dirección con una mirada fría y asesina claramente, no pude entender a qué se refería exactamente hasta que unos segundos después recordé.

Undertaker había sido el único que había herido a Sebastián.

Un grito de miedo escapó de mi garganta y antes de que Sebastián pudiera llegar a nosotros, ellos ya no estaban.

¡¡no es amor!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora