Cap 2

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Aether no sabía cuanto tiempo había pasado en la biblioteca pero supuso que bastante ya que la encargada lo término echando de ahí porque pronto cerrarían

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Aether no sabía cuanto tiempo había pasado en la biblioteca pero supuso que bastante ya que la encargada lo término echando de ahí porque pronto cerrarían. Estuvo buscando más libros sobre el guardian Yaksha –o más bien "Alatus" que era el nombre de aquel guardian– por lo que había leído sabía que Alatus era un guardian y que se encargaba de algo pero este "algo" se dividía en dos mitos.

"Se suele decir que Alatus ayudaba a las personas a salir y olvidar de sus malas situaciones o malos momentos, concedía lo que pedían con tal de hacerlos felíz, así hasta que partían de este mundo." Ese era el primer mito y el segundo; "Se dice que es verdad que Alatus cumple deseos y los hace feliz pero a cambio de eso pide algo y es su alma lo que el quiere." Había leído en registro que la biblioteca otorgaba sobre casos de suicidio o supuestos homicidios jamás resueltos y según tenían que ver con Alatus. Sabía que también podía buscar en internet pero su mala experiencia que vivió de acoso cibernético no le permitía si quiera ver un aparato electrónico. Pero jamás se supo cual era verdad, por algo eran mitos ¿no?

[...]

El rubio se había llevado unos cuantos libros a casa y subió a su habitación, sabía que el no llegaba solo y tenía un ritual para invocarlo; Aether no creía mucho en este tipo de cosas pero si en verdad ayudaba a las personas a salir de infierno lo haría sin dudarlo.

Aether hizo lo que decía el antiguo libro, dijo el nombre del guardian 3 veces con una sola vela entre sus manitos; y no sucedió nada, así que pensó era falso y soltó un suspiro hasta que escucho una voz detrás de el que hizo que se le pusiera la piel de gallina.

Xiao, desde ahora su guardian y usted mi amo. – soltó el guardian Yaksha sin quitarle la mirada –

Se quedó helado y tratando de procesar, tal vez la falta de sueño ya estaba afectandolo, ¿no? Si, debía ser eso. Ahora veía a un enano de su misma estatura con humo negro y destellos verdes alrededor y con ropa llamativa y una lanza, con esos lindos ojos color ámbar pero su mirada penetantre, sus cabellos azules y con mechones de color más claro al frente.

Debía estar soñando, es seguro que sí o eso pensaba nuestro pequeño Aether, no sabía que había hecho pero eso lo descubrirá al final.

¿Tan fácil era invocar a un ser de hace miles de años? Realmente era sorprendente.

Debería mejorar mis horas de sueño.

Se limitó a decir el rubio quien se tiro a la cama y quedó dormido.


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𝐄𝐥 𝐠𝐮𝐚𝐫𝐝𝐢𝐚𝐧 𝐘𝐚𝐤𝐬𝐡𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora