— ¿Fuyu?, —sus manos sudaban, estaban sudando más de lo normal. Miraba hacía algun punto perdido de la mesa pensando en todo lo que había visto, lo extraño que se sentía— ¿Chifuyu estás bien?
Sintió como era agitado bruscamente por sus hombros, y no pudo evitar espantarse, aventando de golpe el vaso de agua que tenía frente a él a su novio. Entonces reaccionó, ya era tarde, ahora se sentía como un idiota, aún más
— ¡T-takemichi! Y-yo, perdóname, voy por, ¿Donde estan las toallas?
Se levantó del suelo corriendo fuera de la habitación de su novio, llendo directamente hacía el baño al fondo del pasillo. Busco por todo el armario una toalla limpia y para cuando la encontro, saco de ahí una. Regreso casi cayéndose a la habitación, y entró sin prestar atención, hasta que frente suyo cayo en cuenta, que estaba un Takemichi sin playera.
Se detuvo de golpe en el marco de la puerta y no emitió ni una sola palabra. Si bien su novio no era tan marcado del abdomen, se notaban las muy costosas y trabajadas marcas que habían ahí. Tragó saliva por alguna razón, de nuevo le estaba pasando, sintió el calor de su garganta subir hasta su rostro y orejas. ¿Desde cuando Hanagaki se veía tan, tan bien así?
— ¡Gracias Fuyu! —sintió como de sus manos arrebataron la toalla y él se quedaba estático en su lugar— ¿Seguro que estas bien?
— Eh, y-yo ¡S-si! Si...es solo que dormí muy poco hoy. Ya sabes, la tarea
Mordió con pena su labio tratando de ser discreto, hoy venía con el propósito de hablar con Takemichi, ya había pasado una semana desde que comenzo con su ardua investigación sobre las relaciones sexuales entre hombres. Un tema difícil de llevar si se lo preguntaban, pero incluso había experimentado por primera vez su primera erección, y creí muy estúpidamente que estaba listo
Aunque es una gran anécdota, a los diezsiocho había vivido su primera erección. ¡Grande Matsuno!
— M-micchi
El nombrado se giro para poder verlo y le sonrió dulcemente, mientras se ponía su ahora playera limpia. Dios mío, era un angel y él ya había visto tantas asquerosidades, maldecía a Kazutora y su estúpida boca por tercera vez en el día
— ¿Sucede algo?
— B-bueno yo, tuve recientemente una tarea d-de... educación sexual. —mientras hablaba se acercaba al contrario lentamente, y Hanagaki, estaba tan concentrado por ahora mirando hacia su ventana. Así que era ahora o nunca— Y vimos sobre un tema, q-que me interesó bastante
— ¿Enserio? Que suerte tuviste, ¿Y de que tema hablar-
— ¡Vida sexual entre hombres!
Sus manos se escondieron de golpe detrás de su espalda y comenzaron a jugar entre ellas, mientras cerraba los ojos con miedo, de nuevo estaba avergonzado, acababa de confesar que el tema le gustaba. Y peor aún, volvió a gritar más de lo que se debía, que suerte tenía Chifuyu hoy
Su novio pareció quedarse estático en su lugar, con la boca abierta.
Toda la situación se estaba saliendo de control y ya era vergonzosa; no podía evitar que el sonrojo se asomara, ya había hablado y posiblemente cagado. Se supone que iría lento, no aventar todo de una