The calm before the storm [MilkYam]

🌩];;Capítulo 7

Purple Yam Cookie

Se encontraba en el suelo. Esta vez sin su ropa habitual, hace unos minutos el jefe llegó junto a sus secuaces y usando la fuerza le quitaron su armadura para ponerle un camisón blanco ridículo.

Según el rubio era otra forma de humillación para Purple Yam. Moriría sin su armadura ni sus armas, se iría sin una pizca de honor.

Por más que forcejeo e insultó no fue suficiente. Otra vez le pasaron por encima y no pudo hacer nada. La incertidumbre de no saber que demonios había pasado con Milk Cookie no lo dejaba ni siquiera pensar en si mismo y la situación de mierda en que se encontraba.

Estaba enojado, enojado con Milk Cookie por ser un idiota débil, enojado consigo mismo por no poder hacer nada y enojado con los idiotas que lo habían llevado a esa situación en primer lugar. Sus intentos por humillarlo no servían, Yam tenía suficiente consigo mismo y sus pensamientos.

—Voy a morir y sólo pienso en ti. Maldito imbécil. Ahora ninguno podrá llegar a ver a Dark Choco Cookie... Ya no voy a poder demostrarle que puedo vencerlo y tu... tu ya no podrás agradecerle.

—Ya llegó tu hora.

Levantó la vista y vio a cuatro secuaces del jefe. Probablemente venían en un grupo por miedo a que Purple Yam los mate a golpes por ser sólo dos o uno, y probablemente tenían razón en hacerlo. El rostro del peli morado era cualquier cosa menos agradable de ver. Estaba lleno de moretones y su rostro sólo mostraba mal humor.

El grupo entró a la celda para esposar al prisionero antes de finalmente quitarle las cadenas. Agradecieron haber venido más de dos porque una vez libre Yam comenzó a forcejear y tratar de golpearlos como le fuese posible. Incluso logró hacer caer a uno de ellos y hacer que otro termine estampado contra una de las paredes de la celda.

Lamentablemente aquello no fue suficiente y después de un rato terminaron por reducirlo.

—Ya ponle ese estúpido saco.

Habló uno de los captores y lo próximo que vio Purple Yam fue negro. No estaba inconsciente pero tenía una gruesa bolsa negra sobre la cabeza.

—¡Quitenme esto, hijos de puta! ¡Voy a matarlos a todos, me voy a asegurar de acabar con todos y cada uno de ustedes!

—Lo que digas.

Y así se lo llevaron prácticamente arrastrando por un estrecho pasillo, directo a la "agradable fogata" que le estaban preparando.

Milk Cookie

El albino estaba dando todo de si para sacarse de encima a cuanto guardia pudiera. Los primeros en llegar alertaron al resto y en poco tiempo ya estaba rodeado de gente armada lista para matarlo.

Mientras golpeaba a un guardia tenia que crear un escudo para protegerse de un ataque con espada, hacer un hechizo de luz para cegar temporalmente a los más cercanos para poder golpearlos con su báculo y dejarlos inconscientes.

A pesar de que el camino hacia el centro de la aldea parecía eterno Milk Cookie sabía que se acercaba lentamente, todo era exactamente igual que en su pesadilla.

—¡¿Donde está Purple Yam Cookie?!—Gritó mientras embestia a un grupo de 3 personas usando su escudo. —¡Llevenme a donde está él!

Milk estaba totalmente fuera de sí. Golpeaba a quien se le acercaba y no tenía miedo de pisotear a quienes caían en el intento de acabar con él. Su objetivo era claro y no iba a parar hasta cumplirlo.

Mientras realizaba un hechizo para hacer rebotar las flechas que llegaban desde los puntos más altos del muro, Milk Cookie logró ver algo que lo llenó de esperanza. Unos guardias llevaban un prisionero bajito hacia lo que el recuerda sería la fogata donde quemarian a Purple Yam.