Mi ídolo (Alexby y tú)

Cap. 13: Te vas...

Narras tú.

Entré a casa y me di cuenta de la gravedad de la situación. Alex tenía una herida que se veía bastante mal justo debajo del ojo y Guille... Pobrecito, mi Guillermo. Estaba mucho más grave que Alexby; estaba con la nariz rota de la cual salía muchísima sangre, en la parte de atrás de la cabeza tenía una brecha y en los brazos unos cuantos signos de haber sido machacado. Rubén lo había dejado bastante herido. Decidí llamar a urgencias y mientras esperábamos a la ambulancia, Guille murmuró algo, apenas se le escuchó.

- ___... Me siento muy débil... Si no vuelvo, Alex, cuida de ella. Por favor.

Me miró con esos ojos que yo tanto amaba.

- Guille... Estarás bien, tranquilo. - Alex hablaba queriendo convencerse a sí mismo también, o eso parecía.

- No... Guillermo, sweetie... - yo le llamaba sweetie de apodo cariñoso - te recuperarás. Debes hacerlo. ¡Tienes que estar bien! - dije desesperada.

- Eso espero... - Guillermo cerró los ojos y se desmayó.

Alejandro le acomodó en el sofá. Yo intenté ayudar pero él no me lo permitía, decía que descansara, aunque él era el que se lo merecía realmente. Todo había sido mi culpa.

Por fin llegó la ambulancia y, a pesar de nuestras súplicas, no nos dejaron ir con él en la ambulancia. Yo les informé sobre la brecha en la parte de atrás de la cabeza para que tuviesen cuidado.

- Espero que esté bien... - dijo Alex con preocupación.

- No sé qué pasará con Guille, pero sé que por lo menos tengo aquí a mi mejor amigo - le sonreí y me sonrojé un poquito. Espera... Yo estaba... ¿coqueteando con Alexby? No, yo tenía a Guillermo. No podía hacer eso... Pero la verdad, Alex me gustaba, y mucho.

- ¿Y si vamos al hospital a ver qué tal está Willy? Me pregunto qué dirán sus batracios sobre esto... - Alexby me sacó de mis pensamientos.

- Buena idea - entré a mi habitación y elegí rápidamente mi ropa: un vestido azul marino, una chaqueta negra con capucha, unos leotardos azul marino y unas manoletinas. Alex se puso ese conjunto que tanto me gustaba, aunque fuese bastante sencillo: una sudadera roja, vaqueros y unas deportivas negras.

Por fin llegamos al hospital. No era mi lugar favorito pero por Guille, lo que fuera. ¿Habría hecho esto por Alex? ¿Y por Rubén? ¿Por qué pensaba en ellos? El que importa ahora es Guillermo y yo pensando en Alexby y Rubius... Pasamos al vestíbulo para preguntar en la recepción la sala en la que estaba mi novio. Teníamos prisa por ver su estado pero la chica que estaba ahí era la típica amargada mascando chicle a cámara lenta y hablando aún más lento.

- Perdona, ¿Guillermo Díaz?

- ¿Quiénes son ustedes? - dijo ella con su voz de amargada y vocalizando muuuuy lento.

- Perdona, ¿me puede decir ya dónde está Guillermo Díaz? - Alex empezaba a mostrarse impaciente.

- Pues... Déjenme ver... - giró el monitor de su ordenador y empezó a teclear demasiado lento - ¿Guillermo Ruiz? Sala... 1638

-  Dije Guillermo Díaz. Díaz, ¿entiende? - mi amigo se puso un poco borde pero esa mujer nos sacaba de quicio - Díaz. Díaz. Díaz. D-I-A-Z. Díaz.

- Aaaah... Bueno... Sala 2

Nosotros nos dimos una palmada en la frente. Si hubiésemos buscado por nuestra cuenta lo habríamos encontrado mucho antes. Nos fuimos sin despedirnos y tocamos la puerta de ese sitio infernal.

- ¿Podemos ver a Guillermo Díaz? - dije yo.

- Sí, claro. Pasen por favor. Tenemos malas noticias - la enfermera esbozó una triste sonrisa - Guillermo Díaz, conocido como Willyrex, nos ha dejado a las 17:23 horas. Ha perdido demasiada sangre y esa fue la causa del desmayo. Lo siento por ustedes dos...

- ¡¿Qué?! ¡Tiene que ser una broma! - yo comencé a ponerme nerviosa.

- Por cierto, ¿es usted ____ Díaz?

- Sí. Aunque no somos familiares, a pesar de tener el mismo apellido. Yo era su pareja y él - me refería a Alex - su mejor amigo.

- Siento la pérdida... ¿Hay alguien con quien podamos contactar? Padres, hermanos, primos, tíos...

- No, sólo con nosotros. Su familia se mudó, pero él se quedó por estar conmigo... - me acerqué y le acaricié su bello rostro. Se sentía frío, sin vida - teníamos tantas cosas aún por delante... Casarnos, tener hijos... Incluso divorciarnos - sonreí tristemente y las lágrimas florecieron - Te extrañaré, Guille... No pensé que nos fueses a dejar... A mi, a Alex, a tus amigos, a tus batracios... No era tu hora de morir, pero así lo quiso el destino. Y eso es algo que no podemos cambiar.

¿Cosa del destino? Yo sabía perfectamente que no era así, que era por Rubén. ¿Cómo pude quererle? ¿Cómo pudo siquiera caerme bien? Las preguntas se agolpaban en mi cabeza... Y yo no tenía respuesta.

Cuando volví a la Tierra, Alex estaba dedicándole unas palabras a ese gran amigo. Los dos se conocían de antes de empezar en YouTube y habían compartido muchas cosas juntos.

- Con que me dejas, ¿eh? Recuerdo que cuando éramos pequeños y yo me iba a jugar con Samuel, tú te cogías una rabieta porque yo te dejaba, y ahora... Tú me dejaste a mi. ¿Debería enfadarme? ¿Eh, parguela? - Alex hablaba como si Willy pudiese escucharle, como solían hacer antes - ¿qué pasará ahora con tus batracios? Que sepas que me acuerdo de esa promesa... "Haré un esfuerzo... Mañana grabamos Garry's Mod, y si no lo cumplo, te compro unas chuches, de esas que a ti tanto te gustan" - lo último lo dijo imitando a Guille - Al final no me vas a comprar chuches, ¿eh amigo? - Alex suspiró y las lágrimas comenzaron a resbalar por su mejilla.

- Tranquilo Alex... No llores más. Guillermo seguirá aquí, con nosotros - le puse una mano en el corazón - hasta el final de los tiempos...

- No... No estoy llorando, es sudor de hombre - en otras circunstancias nos habríamos reído pero ahora... Ahora no podíamos ni esbozar una ligera sonrisa llena de alegría. Estábamos completamente llenos de tristeza.

- Disculpa... Siento interrumpir - dijo la enfermera - pero el chico nos dio esto, al parecer sabía que esta sería la despedida - nos entregó un sobre con una preciosa tarjeta en su interior y varias fotos en las que salíamos juntos, algunas con Alex y él de pequeños y por último, una sumamente preservada. Era la foto de la primera vez que nos vimos los tres juntos.

- Oh Guille... Tú siempre tan detallista.

Abrí el sobre y leí la carta.

Hola chicos.

Si estáis leyendo esto significa que me he ido y ya no regresaré, aunque os prometo que nos volveremos a ver. He conservado estas maravillosas fotos y ahora os las entrego como el tesoro que yo creo que son. Espero que tantos meses conservándolas valgan la pena. Os pido una cosa, si mi muerte ha sido culpa de alguien, no os enfadeis, no guardeis rencor. Seguid adelante, por mi. Por Guillermo. Por vuestro amigo.

Guillermo Díaz.

Yo tuve que releer la nota tres veces. Parecía como si ya supiese que esto iba a pasar... La verdad es que no me había fijado pero la hoja estaba un poco amarillenta, parecía algo vieja.

- Guille... Te echaré mucho de menos sweetie - acto seguido rompí a llorar y Alex no era diferente. Era un chico, no un robot sin sentimientos.

- Hasta siempre parguelita - él intentó conservar su buen humor pero fue imposible. Los dos estábamos ahí llorando y consolándonos mutuamente. Pero no podíamos estar así siempre. La vida seguía y lo pasado, pasado está.

Criaturita_de_UST_