Una manera sencilla de decir te amo

Capítulo 2

Lo primero de todo...

Tengo 17 años y estoy en mi primer año de universidad, espero con todo mi corazón que está sea una nueva etapa en mi vida, que me divierta y borre los malos años de colegio que me tocó soportar con la gente adinerada que tuve que convivir, excepto Fernanda que es mi mejor amiga y Sebastian que también fue un excelente amigo.
Hablando de Fernanda la pantalla de mi celular se iluminó al llegar un mensaje de ella

   Que tú primer día de U
   Sea de lo mejor, espero
   Nuestra conversación por
   La noche.
   p.d. las personas son más
   Amables.

«ojala amiga»

"¿Ese lugar está libre?" Una chica de cabello ondulado con mechas azules se dirigió a mi con una enorme sonrisa.

"Si " respondí

Esta chica comienza a acomodar sus cosas, saca su cuaderno, el libro de la clase y suelta de repente

" Soy Selena, por cierto "

" Que bonito nombre "

"¿Te gusta? Porque a mí no, todos al escuchar mi nombre siempre dicen ¡Selena como la cantante! O ¡Selena Gómez! Y ya no se que cara poner "

Que bueno que no mencioné a ninguna de ellas dos.

" ¿No me dirás tu nombre?" Menciona

"  Ah, si... Estella "

"Me gusta"

En el poco tiempo que tuvimos me enteré de su vida, ella es la menor de cuatro hermanas, la mayor ya está casada, la segunda comprometida, y la tercera embarazada, su madre le dice que ella es su único consuelo de que pueda terminar su carrera universitaria.
Por el contrario yo le cuento que mi familia es pequeña, vivo cerca del centro de la Antigua, y que tengo una hermana mayor que estudia medicina y que está dejando en la pobreza a mi familia y un hermano pequeño que tiene quince años y el más estudioso de los tres.

Nos vemos interrumpidas por la llegada del cátedratico e inicia la clase de introducción al derecho. No es nada del otro mundo, muy parecido al colegio, anotamos la información importantísima según el que está en el pizarrón, como inicio de parciales, que libro extra necesitamos conseguir y todos guardamos absoluto silencio.

¡Pam!

La puerta del salón se abre estruendosamente como película de terror, escucho que varios murmuran malas palabras por el tremendo susto que llevamos.

"Casi me hago pis " murmura Selena a mi lado.

Un chico al estilo Bad boy de las historias de Wattpad entra al salón, seguido de una chica que trata de esconderse detrás de él para evitar la mirada de furia que el cátedratico les está lanzando. 

" Pero que entrada tan bulliciosa, quieren hacerse notar, les pido que está sea la última vez que entran tarde a mi clase o por el contrario esperaran afuera, y señor Rafael, no creo que quiera volver a repetir el curso " el cátedratico tiró su veneno y su sarcasmo.

" Gracias por la bienvenida, espero que esté año si me vaya mejor para no seguirle viendo, señor Agustín. Si me disculpa buscaré un lugar" El tal Rafael comenzó a subir los escalones en busca de un lugar libre y la chica le seguía como perrito faldero.

Todo el salón les seguíamos cada paso con la vista, el catedrático no continúo su clase hasta que los dos estuvieran sentados, y da la casualidad que el tal Rafael tomo asiento a mi derecha.

Es guapo, muy guapo. Incluso es alto y delgado, una leve barba se ve en sus mejillas y su cabello es oscuro como sus ojos envueltos en espesas pestañas.

Noto que varias chicas le ven con una sonrisa tonta estampada en la cara y yo me remuebo incómoda en el asiento, soy mala para establecer conversaciones con chicos guapos.
Y no me ayuda que siento el olor de su perfume que está riquísimo.

" Está hecho un mango" murmura Selena muy quedito en mi oreja.

No podía concentrarme en la clase, no por estar nerviosa si no que estos dos a mi derecha no se callan, a  ambos les viene del culo la clase, y no paran de reírse de bobadas que están viendo en el celular del tal Rafael.

Yo soy cobarde para hablar y exigir mis derechos, mi timidez y mi ansiedad social no colaboran, quiero gritarles o por lo menos decirles «Pueden guardar silencio,» Pero no puedo, porque mi corazón palpita fuertemente en mi pecho cada vez que intento hablar.

"Ya no puedo con estos dos" Selena se inclina hacia el frente de su lugar y casi grita "¡Hey ustedes dos!"

Rafael gira su rostro despacio hacia mi, me da un leve vistazo y luego nota que no fui yo la que hable y se percata de Selena.

" Pueden dejar de hablar, por favor, enserio que quiero escuchar mi clase"

Un montón de  «ya era hora que se callarán» «gracias Dios» «Que buena gente esa chica» se escucharon a mis espaldas.

"Disculpen, ya nos callamos" pensé que le reclamaría a Selena por callarles pero me equivoqué. La chica que tiene a su lado sonríe en mi dirección, lleva los ojos muy delineados al estilo Cleopatra, lleva una coleta alta, y sus amigas casi se desbordan de la blusa negra que lleva puesta. Le sonrió de vuelta un tanto incómoda porque Rafael detiene su vista un ratito en mi.

¿Que miras cara de buey?

Me acomodo de nuevo en mi asiento, y cruzamos una mirada de complicidad con Selena, porque está guapísimo, además se ve un par de años mayor que nosotras, y la planta de Bad boy que tiene le sienta muy bien. Y pues nada, solo lo mírare a distancia porque los chicos que me gustan jamás de fijan en mi.