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Al día siguiente el chico castaño decidió volver a casa del mayor desde muy temprano, había llevado un poco de arroz frito con kimchi y tortilla de huevo que él mismo había preparado, tocó el timbre esperando pacientemente a que la puerta fuera abierta, Chimon caminaba taciturno mientras se tallaba el ojo derecho y abrió la puerta sin siquiera fijarse quién estaba del otro lado, no se inmutó al ver la brillante sonrisa de hoyuelos de su menor al otro lado, era muy obvio que sería él.

Se dio la vuelta dejando la puerta abierta dando un permiso mudo para que el más alto entrara, Nanon cerró la puerta a sus espaldas y siguió al chico al interior del departamento, Chimon se metió al baño para asearse un poco pues recién se levantó cuando el timbre sonó y Nanon fue a la cocina para calentar en el microondas la comida que trajo, mientras estaba en eso su mayor regresó aún en pijama pero con la cara y dientes lavados, se sentó en la barra observando al menor tomar los platos y vasos de sus alacenas como si fuera su propia casa, que prácticamente era así puesto que pasaba más tiempo ahí cuándo no estaban en la agencia.

- Chimon, he traído arroz con kimchi y huevo - le dijo colocando un plato con la comida frente al mayor - Lo prepare yo sólito, como se que te gusta

- Gracias Non - el pelinegro le sonrió y tomó el tenedor que le era tendido por el castaño y le dio un bocado al platillo - Delicioso, me gusta

- Que bueno que te guste - Nanon casi salta de felicidad al escuchar los cumplidos de su mejor amigo

Ambos se sentaron a comer entre platicas y risas, todo parecía estar en orden como si nada hubiera sucedido la tarde anterior, una vez terminaron su almuerzo, Chimon fue a cambiarse y Nanon se sentó en la sala viendo televisión, era domingo así que no tenían nada programado, el mayor regresó después de unos minutos recién bañado con un suéter ancho y unos pantalones cómodos, su característico aroma a shampoo de durazno llenando el ambiente, se sentó en el suelo entre las piernas de Nanon y este entendió perfectamente lo que quería.

Tomó la toalla de los hombros de su mayor y comenzó a secar con suavidad los cabellos azabache, cada movimiento haciendo que el olor surgiera más fuerte, Nanon amaba el aroma de su Shampoo, podría estar horas con su nariz enterrada en los sedosos cabellos. Una vez terminó con su trabajo, Chimon se levantó para sentarse de nuevo junto al más alto.

- Mon - Nanon llamó su atención y cuando el chico volteo a mirarlo extendió sus labios en un tierno piquito pidiendo de nuevo un beso como la tarde anterior

Chimon dudo un momento pero terminó por acercarse y besar gentilmente los labios ajenos que se extendían en una hermosa sonrisa con dos hoyuelos a los lados después del toque.

- Otro - pidió como un pequeño mientras se acercaba al más bajo

- Aish, Non - se quejó pero terminó por dar otro besito al menor

Nanon sentía en su estómago ese cosquilleo y su corazón latía tan fuerte que podía sentirlo en los oídos. Chimon se recostó en su pecho y el castaño no perdió oportunidad para oler el rico aroma a durazno.

Chimon estaba confundido con la actitud del menor y que le estuviera pidiendo besitos, pero realmente no le molestaba, solo lo ponía tímido.

Ese día lo pasaron así, entre besitos y mimos, no salieron a ningún lado pues solo quería estar en compañía del otro mientras miraban alguna serie.

¡Let Me Kiss You! | NaMon ☀️🌻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora