Infancia

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Dicen que la infancia es elemental para los niños, esta determina si en el futuro llegas a ser una persona con metas, trabajo, familia, carro, una hipoteca que pagar. O te conviertes en una persona como yo, lo que muchos considerarían una "niña problemática".

La mitad de mis amigas en la primaria tenían unos padres amorosos que iban a sus festivales, día de la madre, día del padre...yo no iba a ninguno de esos festivales porque tenía que cuidar a mi madre cuándo se extraviaba o estaba muy ebria en algún bar y otras veces estaba limpiando los golpes y los abusos que mi padre me dejaba.

Había veces dónde me dormía llorando y soñaba la violencia que mi padre me hacía, mi madre estaba muy ebria las 24 horas del día para evitar ver las cosas que sucedían en casa.

-Mamá ven vamos a casa- Ella estaba acostada en la barra del mismo bar que la saque ayer, su cabello rubio rizado estaba por toda su cara y algunos mechones pegados a su cara.

-Tu te pareces mucho a mi hija...- Ese olor a whisky siempre ha sido tan característico de ella, muchos padres siempre huelen a ese acondicionador de lavanda o a crema para manos la mía huele a whisky con tabaco.

-Mamá soy tu hija, soy- El vomito de mi madre en mi pantalón me interrumpió y la cargue directo a la salida y a mi carro.

Llegando a la casa, le doy un rápido baño a mi madre y la acuesto y voy yo al baño a limpiar el vomito que me dejo no sólo en mi pantalón si no en mi blusa al subirla al baño.

-Si no quieres que te haga algo no deberías de andar por ahí así vestida- Se metió al cuarto con la botella de vodka en su mano y cerrando la puerta.

-No basta! ¡Déjame!- El envolvió mi cintura con su asquerosa mano y me atrajo a su cuerpo sudado y horrible, estampó sus asquerosos  labios en los míos abriéndose paso por mi boca.

-Oh si ambos sabemos que esto te gusta- Sus labios bajaron hacía mi cuello y con mis manos intento quitarlo pero me atrapa una y me lo pone en su ya erecto pene y la otra en su pecho.

Ya no tengo lágrimas que sacar desde que tengo 7 años el ha profanado mi cuerpo a su gusto y cuándo quiere.

-Actúa como si te gustará o le sigo pegando a tu madre- Sus horribles dedos gordos se introducen en mi vagina y yo saco fingidos y dolorosos gemidos. Me sube la barra del lavabo y me quita mis bragas e introduce su pene en mi vagina...Al inicio se sentía horrible la sensación de sentir como entraba en mi, sentía que me partía en dos pero ahora sólo me da igual y dejo que termine.

Cuándo termina sólo me aprieta un pecho y me da un asqueroso beso; durante mucho tiempo he sentido que este no es mi cuerpo , que más bien le pertenece a alguien más y que yo sólo lo uso para satisfacer a otras personas.

Ese día juré que iba a ser el ultimo día que el me iba a tocar.

Baje a la cocina con un cuchillo de carne, subí dispuesta a terminar con su vida y con los abusos que toda mi vida he recibido.

-¿Quieres más gatita?- Empezaba a odiar esa palabra y cada parte de el, así que lo vi directo a los ojos  y cuando me quería tocar le enterré un cuchillo de cocina en su costilla cerca del pecho.

-En tu perra vida me vas a volver a tocar o a mi madre- se lo enterré varias veces hasta que me di cuenta que estaba llorando.

-Oh dios! ¿Qué hiciste...?- Mamá estaba en la puerta con la mano en su boca.

-Hice lo que se tenía que hacer mamá- Muchos pensaran que se había terminado mi infierno pero la verdad es que ahí fue donde comenzó todo

RencarnadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora