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Mami me dijo que no tenga miedo.

Pero mami es una mentirosa.

Mami dijo que los mounstros no existen.

Pero yo se qué sí.

Ella me dijo; si cierras los ojos, una vez que los abras todo estará mejor.

Ya lo hice mami, pero cada vez que lo hago lo único que veo, es la triste realidad que me rodea.

Mami dijo que ella siempre me cuidaría.

Pero como siempre, mami mentía.

Desearía que mami nunca me haya hecho creer en esa tonta ilusión, al menos así, podría haber notado las ojeras que tenía, los moretones que adornaban todo su cuerpo y su piel llenándose de arrugas.

¿Porqué mami nunca me contó de eso?

¿Es que acaso no confiaba en mí?

¿O tal vez sabía que no podría hacer nada?

Mami, nada está bien

Debiste de haberte deshecho de mí, en el momento que te diste cuenta de mi presencia.

Te odio mami.

Te odio por la vida que me haz dado.

Te odio por cada mentira que me dijiste.

Sí existen los mounstros y están más cerca de lo que creemos.

Sí tengo que tener miedo, a fin de cuentas el miedo es lo único que me hace recordar que sigo viva y no soy solo un saco de huesos.

Sí todo está bien, pero solo en tu imaginación y en la mía, pero por desgracia o fortuna, la mía se quebró.

Mami, tu más grande error fue mentirme y yo pagaré las consecuencias de este error.

Mami te has ido, me has dejado sola y hubiera deseado que la razón de tu partida fuera a causa de la vejez, y no el mounstro con el que me dejaste.

Mami, dijiste muchas cosas y cada una de ellas era mentira, mentiras que ni tú te las creías.

Mami, te odio.

✨ 𝐄𝐬𝐜𝐫𝐢𝐭𝐨𝐬 ✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora