El día que todo se rompió.

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02/05/1998

Aún recuerdo estar buscándote por todo el colegio, ruinas por todos lados, heridos tendidos por el suelo y gritos.

La sensación de que algo no estaba bien se incrementaba más con cada paso que daba adentrándome en el comedor.

Mi corazón se aceleraba y mi respiración se cortaba.

Comencé a buscar con la mirada un grupo de cabelleras pelirrojas.

Un escalofrío recorrió mi espalda cuando vi a Andy llorando en el suelo, corrí hasta donde estaba y la abracé, no entendía que le sucedía pero como hermano mayor debía consolarla.

Cuando me levanté ella me imitó, y tomando mi rostro entre sus manos me pidió que no volteara. Tal vez debí hacerle caso en ese momento.

Detrás nuestro, estabas tendido en el suelo. Corrí hacia ti y te abracé, entre llantos te susurré que te despertaras, te pedí por favor que no me dejaras solo, me negaba a aceptar que este era el fin.

Toda tu familia lloraba, George estaba junto a nosotros con los ojos llenos de lágrimas.

Arthur intentó separarme de ti, pero me negué y me aferré a ti como si el resto de mi vida dependiera de eso.

Me negaba a separarme del amor de mi vida, prefería morir en tus brazos antes que seguir una vida sin ti.

Ese 2 de mayo de 1998, el día que te perdí Freddie, una parte de mi murió contigo, en esa abrazo que no quería que terminase jamás, y en el último beso que dejé en esos fríos labios que alguna vez fueron míos.

El día que te fuiste fue el día en que todo se rompió dentro de mi. Mi corazón y mi alma irán contigo toda la eternidad Fred Weasley. Porque aunque aún respire y mi corazón aún bombee sangre, estoy muerto por dentro.

Te amaré para toda la eternidad, con amor, Regulus.

Nuestro amor frustradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora