Un par de cuentos cortos fantásticos

El fantasma y el genio

Un gran desierto

Diez mil millas han sido

Las que recorrí

Por un deseo

Emprendí la búsqueda

De tal leyenda

Escarbo, miro

A mis alrededores

¿Dónde estará?

De pronto

Nueva oportunidad

Lo vi, y lo tomé

Anillo mío

Donde el genio podrá

Cumplir mi deseo

Lámpara no es

Mas el anillo tendrá

Lo que anhelo

Froto, lo froto

¡Sal, genio escondido!

Al fin, te hallé.

-o-

¿Hace cuánto no habré de ver la luz del sol...? ¿Hace cuánto vi por última vez a mis hermanos y hermanas...? ¿Hace cuánto habré de andar buscando redención ante mi pecaminosa devastación...? No lo sé, pues hace cuánto que ando atrapado en este mísero anillo de rubí.

Mientras me hundo en el olvido de la devastación, veo vagos recuerdos de cuando era libre en este mundo... Era un bromista infantil, rondando entre los niños y concediendo alguna que otra travesura. Tiempos felices fueron aquellos, los días en los que junto a Nadia nos divertíamos en las calles, y aún con todo busqué más. Fui impulsado por más.

Mi familia, mi sangre, hijos de mi despiadado padre, el soberano del fuego. Aquellos que nacieron antes de mí poseían aún más poder, y con ellos buscaban engañar a los hombres para concederles una efímera riqueza... Busqué ser como ellos, y aquí terminé, bajo un sello maldito, mientras mis hermanos, mis hermanas, y hasta mi querida Nadia; todos quedaron atrapados en lámparas y otros tesoros en lugares recónditos.

No sé por qué pienso esto... Hace mucho desearía haber dejado de pensar... Pero siento una presencia... Una cercana...

Y entonces lo veo...

-o-