Un par de cuentos cortos fantásticos

La viuda

Uno, dos, tres, cuatro...

¿Cuántas veces habré repetido el teatro?

No suelo imaginar qué es lo qué me ha de pasar

Sólo sé que hace mucho que ando en soledad.

Uno, dos, tres, cuatro...

Mi voz aún resuena en este anfiteatro

Aún he de llamar a este gran lugar mi hogar

¿Cuánto más he de esperar?

Mi esposo me ha dejado

Y su muerte ya he velado

Mis hijos van peleados

Por la herencia de mis saldos

Mi hija ha de llamar

Desde España o Portugal

Esperando

Mi funeral

Cinco, seis, siete, ocho...

Hay días que no duermo, días que trasnocho

Yo sé quién viene acá, quien se ha de interesar

El gato de Cheshire que la luna ilumina

Cinco, seis, siete, ocho...

De la luna no baja su sonrisa y lo reprocho

Yo sé que acecha ya a mi mascota singular

El pez de mi reflejo pretende cazar

No se lo he de permitir

Que entré así porque sí

Mi amigo no lo engullirá

Así le advertí

Si quiere mis bienes cobrar

Ha de dejarlo en paz

Pues mi pez

Pez mío será

Nueve, diez, once, doce.

Sólo el pez es lo que hace que la vida goce

Nadie lo ha de tocar sin consecuencias pagar

Es mi protector de un mundo tan vulgar

Nueve, diez, once, doce.

El rostro en mi espejo no me reconoce

Sólo lo hace el pez, lo hace con avidez

¡Basta ya! ¿Por qué he de recordar yo mi vejez?

¡Yo soy aún joven, yo lo sé!

¡A este pez yo lo pesqué!

¡En el espejo medité!

¡Por horas mil lo observé!

¡Al mismo Cheshire yo ahuyenté!

¡Mis riquezas protegeré!

¡Todo, todo me gané!

¡A nadie más se lo daré!

Calma... Vuelve a contar...

Eso es... Siéntate, relájate, y vuelve a empezar...

Uno, dos, tres, cuatro.

Ése es el mantra qué más idolatro.

Cinco, seis, siete, ocho.

Así es, pronto cumplo mis cincuenta y ocho.

Nueve, diez, once, doce.

Viví entre negocios pa' que el dinero rebose

Todo se lo daré

A mi buen querido pez

Y nadie más en el mundo

Merece tal honradez

No lo he de permitir

Los Kilkenny ante mí

Peleándose a morir

Y mi alma conseguir

El pez engulle mi ser

Mi reflejo me ha de ver

Morir y todo perder

Cheshire ríe por doquier

¡Voces que no han de callar!

¡No estoy vieja, basta ya!

...Oh, querido...

No mires en lo que me he convertido...