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conocerte.



Primer año de bachillerato, una nueva etapa en la vida de un joven de quince años, Park Jimin.

Era un chico sencillo más sin embargo era bastante perfeccionista.
Nunca tuvo una imagen a la cual seguir, ser hijo único, y criado por solo una madre, es algo que por mucho, marca a la mayoría de los jóvenes.

Jimin pensaba que él estaba bien.

Pero era solo un pensamiento...

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—¿Estás bien?...—Preguntó la madre de Jimin, cuyo entusiasmo estaba por los cielos.—Mejor toma, te daré más dinero.

Jimin sonrió apartando la mano de su madre delicadamente.—No, de verdad voy a estar bien, no es la primera vez que tomo el bus mamá.—Tomo su morral colgándolo de un solo hombro.—Te veré en la tarde, besos.

Su madre miró hacia la puerta, siguiendo los pasos de su hijo con la mirada, suspirando regreso a sus labores de hogar con una sonrisa divina.

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—Una nueva cara.—Jimin estaba pagando sus servicios del bus cuando hablo el conductor, miro a quien le hablaba, el hombre tenía una cara bastante amigable, pero algo mayor.—¿Eres de por aquí? O simplemente cambiaste de escuela.

—Cambie de escuela...—No era tímido, por el contrario, era algo descarado, pero entablar conversaciones con extraños si que le resultaba incomodo.

—Vale, lo siento, estoy acostumbrado a charlar con mis chicos, vamos sube.—Sonrió ampliamente dejando ver sus lindo hoyuelos.

Jimin no quiso seguir parado por charlar con el chofer, así que sin dudarlo avanzó buscando un lugar solo, su mirada paseo por todo el autobús, viendo que, solo la pila de atrás estaba vacía.

Con frente en alto, e incomodo por las miradas curiosas camino recto hasta llegar y tomar asiento. Colocó su morral en sus piernas y colocó sus audífonos en sus pequeñas orejas.

Se estaba adentrando en su mundo cuando un rostro aprecio en su campo de visión.
Un chico de pelos castaños estaba asomado desde el asiento de al frente, con sus manos recargadas en el incomodo metal del asiento y habló.

—Ahí se ponen los fumadores.—Sonrió en grande.—Si no quieres estar lleno de olor a nicotina, te recomiendo sentarte conmigo.

Jimin de nuevo se notaba incomodo, más sin embargo a sus fosas nasales alcanzaba a llegar un tenue olor a tabaco, no le desagradaba al contrario estaba curioso, pero no quería llegar a su nuevo colegio con olor a cigarrillo.

Hizo caso a la recomendación, levantándose de su lugar comenzó a caminar al otro asiento, a su lado pasó un chico un poco más alto que él, con un cigarro en su boca, se quedó quieto un momento aspirando el humo del tabaco que quedó flotante en el aire, sonrió para sí mismo y se sentó junto al chico castaño.

—Gracias.—Habló Jimin.—Mi nombre es Jimin, un gusto.

—¡Vaya! Eres demasiado formal para ser adolescente.—Hablo el castaño, mientras reía.—Soy Taehyung.

Quedaron en silencio por un momento no fue hasta que el autobús comenzó a dar marcha que habló Taehyung.

—¿Que edad tienes Jimin?.—Recargo su cabeza en el asiento mientras miraba a Jimin.

—Tengo quince, ¿y tú?.—El otro chico alegre contestó mencionando que tenía la misma edad.

El trayecto se fue en charlar acerca de ellos, sus  cumpleaños, la clase en la cual habían quedado, si era nuevo en el colegio ya que, este constaba de ser escuela primaria e instituto, se conocieron un poco y quedaron en verse durante el receso.

Influencia [YoonMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora