Capitulo 1, Todo comenzo aquí

37 0 0
                                    

Los niños jugaban, los pájaros cantaban, se escuchaban las voces de varios adultos hablando de cosas que cualquier niño no entendería. En unos columpios, meciéndose suavemente con el viento y con una cara depresiva, estaba el pequeño Kyle, Kyle Smith, un niño con unos graves problemas familiares, problemas financieros y maltrato tanto físico como psicológico, es decir, un niño solitario con graves problemas psicológicos aparte de solitario. A solo un metro estaba lo que sería una niña jugando en un tobogán con amigos, corriendo como cualquier normal infante, proveniente de buenos padres, de buena estadía económica, de buen trato y una familia de 2 hermanos más, en fin, una niña de mami y papi con un agradable carácter, esta dichosa niña la llamaron Elaine, apedillada: Cole.

Los niños seguían jugando, pero Kyle seguía en su columpio rojo, al mirar al cielo y desear morirse para poder descansar en paz y no tener que volver a ir a su casa a presenciar y a vivir, maltratos como golpes, patadas… o malas palabras hirientes que para su edad no debía de conocer proveniente de su padre borracho, o de la actitud arrogante y fría de la madre, al bajar su cabeza rodó hacia él lo que parecía ser una pelota de orígenes rojizos y textura claramente dura y látex, al bajarse del columpio y sostener con sus manos lo que sería de la pelota roja, escuchó los gritos de una niña pidiendo que le devolviera la pelota, al no escuchar, Kyle le hizo señas a la niña que no escuchó nada y la niña vino hacia él torpemente.

-Hola, me podrías dar la pelota? –Dijo la niña con una sonrisa clara en su rostro.

-Eh.. Claro-Kyle le dio la pelota con una mirada tímida, tapando en sí su rostro rojo depresivo y lleno de lágrimas.

-Ahora que lo veo.. te vi solo, durante un rato-le dijo la niña con aires de curiosidad-Por lo que te veía, estabas muy triste.. Así que te quería preguntar si te gustaría jugar conmigo y mis amigo-Finalizó alzando la mano en dirección al grupillo de chiquillos detrás suyo sonriéndole a Kyle.

-No, gracias… tengo un mal día y no estoy de humor para jugar.

-Créeme que tu día será bueno si juegas con nosotros!-Dijo la niña alzando la pelota-Mamá siempre dice que siempre en la vida hay razones para estar triste!, pero solo hay que sonreírle a la vida para que esas razones desaparezcan, así que tienen que sonreír para que tus tristezas y pesares desaparezcan! Ánimo.. – se interrumpió- ánimo.. ¿Cómo te llamas?

-Kyle.. Kyle Smith.

-Mucho gusto, Kyle Smith!, Yo soy Elaine Cole, llévemonos bien! ÁNIMO Y VEN A JUGAR.

-Si así desaparecen, por mi está bien-Dijo el niño tímidamente sonrojado por aquella chiquilla guapa que le insistía en ir a jugar con ella y sus amigos.

Elaine se llevo a Kyle corriendo y agarrándolo de la mano, ella estaba alegre por haber hecho un nuevo amigo y por ir a presentárselo a sus amigos. Todos felizmente se presentaron a Kyle y cuando todos terminaron de introducirse procedieron a jugar a lo popularmente llamado; ‘’Las escondidas’’

-1, 2, 3, 4.. – Contaba uno de los chiquillos.

-Vamos Kyle, sígueme – Le decía Elaine agarrándolo de la mano.

Kyle se sonrojó al ver esta acción e igualmente siguió sosteniendo la mano de Elaine que lo llevo detrás de un árbol y ahí la miró fijamente a los ojos, esos ojos grises posados en aquellos ojos miel, esa conexión infantil hizo que Kyle una chispa, una chispa dentró de su pecho, en el centro de sus pulmones, una chispa, un movimiento a vapor que hizo que se le congelara la expresión. Esto hizo que Elaine se sonrojara y le dijera con expresión vergonzosa que quitara esa cara. Kyle volvió a la realidad y avergonzado de esto se delató él mismo en su escondite y Elaine le siguió tomandolo de nuevo de la mano, esta vez envez de dejarle la mano se la apartó y con las miradas soprendidas de todos, ella sorprendidamente le dijo:

-¿Pero que te pasa?

-Disculpame, no te vi venir, simplemente no me siento muy bien, déjame... - La vio a la cara y se volvió a fijar en esos ojos miel que lo hipnotizaron de nuevo.

-¿¡Pero dime que te pasa!? 

Kyle volvió a la realidad de nuevo y le explicó que no se sentia bien... Pues sentia algo muy fuerte en su pecho que no lo dejaba en paz.

-Pero dime.. antes de irte, donde vives y como y podria mantener comunicación contigo? - Le dijo Kyle antes de marcharse.

-Vivo cerca de este parque, y seguiremos comunicandonos si vienes a la misma hora todos los lunes y jueves.

-Perfecto, esperame aquí a la misma hora esos 2 días, me agradas.. Adiós.

Así se despidió Kyle de todos los presentes alzando la mano en señal de despido y se fue.

Fielmente Kyle venía los lunes y los jueves a jugar con ella, mintiendole a sus padres para pasar desapercibido ya que ellos no lo dejaban salir por ser unos maltratadores que lo querían privar de la vida de ser niño. 

Él se dio cuenta que él hacia todo esto por ella arriesgando a sufrir de golpes altamente dolorosos, él disfrutaba su compañia, él disfrutaba su aroma, su rostro, su sonrisa, todo y él queria comprender esto. Qué era esa sensación que ella le provocaba sin lugar a duda se pregunto varias veces:

-¿Que es esto?-susurró esto tocandose el pecho con una expresión de curiosidad. Ya que cuándo él estaba cerca de ella su corazón palpitaba y le dolia.

Un Amor Psicótico [Continúa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora