12 de octubre, 2021.

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No puedo contigo. Sos la manzana en el paraíso, y yo estoy tan débil como Adán.
Hay muchos y muchas, de muchos tamaños, colores pero vos sos la única forma que me encanta.
Tus ojos, que me miran con un deseo inexplicable, con una sinceridad abrumadora. Tu torpeza, y tu tosca forma de hablar.
Tus manos, el calorcito de tu cuerpo. La estructura de tu cara.
¿Por qué vos? ¿Que me hiciste?
Ni siquiera me consideras, no debo de significar nada en vos. Pero vos significas tanto en mi.
Quisiera encontrarme con la ley de atracción y rogarle que te traiga conmigo.
Tus vicios, tu olor, tu perfume. Por favor, te quiero conmigo.

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Estoy sentada en el balcón, y la brisa de aire me hace sentir bastante incómoda. Estoy ahogada por la angustia de no poder verte, estoy ahogada por la angustia de poder hacerlo y que no pase absolutamente nada.
No se que prefiero, no se que me pasa.
Dentro de todos los olores en el fondo siempre está el tuyo, dulce, mezclado con el amargo de tu cigarro, con el picor de la droga y el café.
Tus labios, si pudiera vivir resguardada en algún lugar sería ese. Suaves, que lastiman los míos. Tu barba, que hace que mi piel pálida quede repleta de alergia y rasguños.
Quiero compartir tiempo contigo.
Me animé a escribirte, aunque lo único que has hecho es dejarme en visto.
Y aunque no reciba una respuesta, no pierdo nada en el intento.

Las cartas que le escribo al amor. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora