Lan Xichen

14 2 0
                                    

Tras las elevadas montañas de la secta Gusu Lan, en medio de un paisaje que derrocha paz y tranquilidad un cultivador en reclusión, meditando mientras su alma busca perdidamente algo de paz, preguntándose, sin entender, todo lo que lo ha llevado a este momento, sus pensamientos viajan a través de los recuerdos, la brisa fría apenas puede dañar su piel cuando su ser está en el invierno de sus sentimientos, su mirada sin vida un punto fijo mientras piensa en el eco de risas tras una íntima amistad, las miradas de complicidad y la fiel promesa de protegerse como hermanos pudo ser rota por la ambición y el poder.

Y fue su espada, sus manos las que acabaron con la vida de aquel en quien confió, a quien amó, quien lo apoyó; la sensación de un cuerpo siendo atravesado por su propia fuerza se repite de forma constante en su mente, el exterior es involuntariamente traído a la realidad por el interior, sensaciones inseparables y las lágrimas caen con pesadez sobre sus mejillas sin tener conciencia de cuánta agua han perdido y como sus hinchados ojos apenas pueden abrirse, pero es lo mismo, su conciencia traiciona sus nociones de la realidad, ni siquiera necesita abrir los ojos para estar en otro lugar, su mente viaja entre pasado y presente, campos de peonias y un juego de té con una melosa voz que lo llama hermano y le sonríe pero apenas es correspondida; esta sonrisa se vuelve una mueca distorsionada que tiene una pila de cadáveres a su pies y mira desinteresado del dolor ajeno.

La fantasía, la realidad, la ilusión de una relación cordial, el amor y la fraternidad, pero también la decepción, la tristeza, el odio, su corazón no puede estar en paz y pensar que él es culpable no deja que su alma halle respuesta a todas sus preguntas.

Y encerrado entre cuatro paredes piensa en como su ingenuidad le ha impedido ayudar y hoy solo causa dolor; lamenta en silencio el no haber prestado atención, el no haber conocido a profundidad a aquel a quien llamo amigo, hermano, alma gemela, el no detener sus actos perversos con anterioridad; si tan solo se hubiera involucrado más ¿algo habría cambiado?, ¿estaría hoy a su lado?, ¿qué sería diferente? y mira su espada con remordimiento, ¿será capaz de usarla de nuevo? ¿será capaz de confiar otra vez?

Al final solo el silencio guía porque él sabe que incluso el sonido de una melodía podría dictar el rumbo de la vida de alguien más. Sus dedos se tensan al pensar en tocar el guqin para aclarar su mente, no se permite la música porque todo lo trae de vuelta a su dolor, le han sido quitadas tantas cosas de su vida que no encuentra algo que no le repita las escenas de estos últimos años, si, años, ha pasado algún tiempo desde que Jin Guang Yao ha dejado este mundo pero los recuerdos de su vida no han dejado a Zé Wú Jun, su voz, sus miradas, sus elegantes movimientos, sus ideas y pensamientos, la forma tan capaz que tenía de ingeniar estrategias, él hubiera sido un gran líder de no ser porque sus viciosos planes comenzaron desde mucho tiempo atrás.

Pero incluso el bien y el mal debe ser evidenciado, así fue educado, pero ¿no ha pecado él también al convivir con el mal?, ¿es esto lo que su querido hermano ha sentido todos estos años al defender con fuerza a quien el mundo consideraba maligno y deshonroso? ¡Oh WangJi!, al menos él ha sido bendecido con una segunda oportunidad después de todo el tormento que ha tenido que pasar, ¿será que también este cultivador tenga otra oportunidad? Pero ¿realmente espera esa oportunidad? Él es un alma verdaderamente noble, ama desinteresadamente, tiene un devoto cuidado por aquellos que le importan, él confía en los demás y protege, pero ahora, ha perdido el interés en todo aquello que antes traía color y armonía a su vida. Ha perdido a sus hermanos, su confidente, su confianza y la voluntad de intentarlo.

Pasarán los días y el líder del clan Lan permanecerá recluido en un intento de entender la bondad y la maldad de las personas, no deja atrás sus obligaciones, ocasionalmente revisa asuntos del mundo del cultivo y se reúne con el líder Lan Qiren, presta atención sobre el progreso de los más jóvenes y escucha del maestro Wei y su hermano como es el mundo, los viajes que han hecho y se alegra de los momentos narrados de su relación, agradece a los cielos porque al menos su hermano pueda vivir con tanta dicha su día a día y con una sonrisa sincera pero que asoma un oculto pesar los despide para quedarse en soledad como lo ha hecho por todo este tiempo.

Su vida tiene que seguir, pero nunca podrá ser igual, él lo sabe, ahora conoce el dolor y la pérdida, lagrimas se deslizan en las noches en las que sus vulnerables pensamientos son sacados al exterior por la luna y los recuerdos aparecen, él simplemente las deja fluir, "así es como debe ser" se dice y toca con delicadeza a Liebing, él desea avanzar de nuevo, aunque aquellos que vivieron ya no estén a su lado él siempre les amará, les perdonará y se perdonará, aunque la maldad exista y él no pueda hacer nada al respecto se promete escuchar con más atención, entender y con el tiempo puede comenzar a confiar. Las heridas de su corazón cerraran y aunque llevará la cicatriz como un recordatorio de aquello que vivió, entiende que el dolor es humano, sentir es necesario y la vida es tan corta que no puede sino alegrarse de los momentos de dicha y recordar los que lo han marcado, porque el universo siempre le llenará de momentos en los que pueda aprender, no siempre serán buenos momentos, pero él los atesorará porque incluso de las peores experiencias habrá destellos del afecto que él puede dar al mundo...







...Un día entre las frondosas y coloridas praderas del Descanso entre las nubes, mientras las aves cantan y los conejos recorren los pastizales un cultivador toca con serenidad el guqin en memoria de los recuerdos de su juventud, la melodía es llevada por el viento a los oídos de los discípulos que toman clases y practican sus artes marciales, las notas tienen el poder de relajar el alma y éstas traen una sensación de nostalgia casi inconsciente, hablan sobre el afecto de un hombre y la vida que ha llevado, quien lo escuche pensará que es una canción triste pero solo el autor sabe que es una canción de amor, una de voluntad. 

El paisaje enmarca un cielo despejado y sentado sobre el césped un hombre maduro que toca un instrumento de cinco cuerdas con su alma libre alrededor de las flores por las que ha adquirido un aprecio notable: peonías.  

Fin (?)



Si llegaron hasta aquí y les hice sentir algo, les agradezco, solo fue algo que pensé y quería poner en algún lado. Gracias por leer y continúen haciendolo, hay historias hermosas en el mundo.

P.D. si leen esta lectura escuchando la character song de Lan Xichen "Bu Yu"... será una buena experiencia. Besitos.

El sonido del silencio y la aflicciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora