[Capitulo 3]

1.3K 97 11
                                    


Para empezar todo inicio con Kenma, meses atrás el jugador del Nekoma había invitado a su casa a Hinata para pasar un rato jugando con este, todo bien, todo correcto, excepto por el hecho que shoyo era demasiado inocente para entender que Kenma no quería jugar con el ese tipo de juegos que normalmente jugaba cuando estaban los demás jugadores presentes y este normalmente estaba alejado de ellos, Hinata era el que siempre trataba de incluirlo en sus charlas en las que pocas veces se quedaba este. Shoyo nunca planeo quedarse a dormir en la casa de su "Amigo" y peor aún, él no pensó en que "el jueguito" ese terminaría con Kenma completamente desnudo entre sus piernas y menos pensó que se encontraría gimiendo y sudando de placer, después de eso Hinata llego a la conclusión que se sintió bien, demasiado bien para su primera vez. Después de eso tuvieron una breve conversación mientras ambos respiraban lentamente aún agitados, ambos se encontraban abrazados en medio de un silencio cómodo que dejaba escuchar las respiraciones de estos - 

No quiero que lo sepan aún – hablo Kenma abrazando por la cintura al menor – solo quiero que sea nuestro secreto ¿podemos dejarlo así shoyo? – pregunto mirándolo con cautela los ojos marrones de Hinata – seremos novios a partir de hoy si tu quieres - menciono apretando el agarre en las caderas del contrario - 

bu-bueno me gustaría empezar a salir contigo Kenma - acepto con una sonrisa y un sonrojo adornando sus mejillas - , pero entonces fingiremos estar lejos cuando los demás estén cerca? – pregunto shoyo curioso sin entender aún - ¿Qué pasará si alguien sospecha o se entera antes de que les digamos? – cuestiono con voz alarmada –

Mhm supongo que está bien – sonrió el rubio enternecido, acaricio las sonrojadas mejillas de Hinata – de todas maneras, les vamos a decir en algún momento no? – suspiro – pero por ahora será mejor mantenerlo en secreto – menciono juntando sus labios con los del contrario.

Ese no era el problema, el problema era que el "chico poste" lo había escuchado hablando con su novio hablándole cariñosamente por celular.

¡!¡¿Oh enserio?! – exclamo Hinata hablando en llamada sonriendo tontamente mientras caminaba de un lado a otro – bueno yo acababa de terminar mi entrenamiento. ¿Qué? Ah, si kageyama me ayudo pero ya sabes siempre reniega por todo y nunca me da la razón de las cosas – se quejó con un puchero el pelinaranja – eh! Tan rápido? Bien, hasta luego mi gatito Kenma, te quie..ro- la voz del chico se perdió tras cortar la llamada al girar dispuesto a salir del Gimnasio se encontró con la mirada socarrona un joven rubio alto –

Ara, Ara gomen.... ¿Creo que escuché algo que no debí verdad? – se disculpo acomodándose sus lentes victoriosamente - ajaja! ¿Qué harás pequeño señuelo? –  pregunto molestando al pequeño - tengo su estúpido amorío en mis manos – sonrió alejándose del lugar dejando a un Hinata sin palabras – que harás para mantenerme callado? ¿Qué pensaría el rey kageyama de esto? – cuestionó poniendo nervioso al bajito – hablaremos después, shoyo – se despidió tras recoger una toalla y colocarla en sus hombros saliendo del Gimnasio -

y, por último, pero no menos importante estaba Kageyama si el maldito Rey estaba sospechoso, demasiado después de ese día Hinata quiso creer que no escucho lo que escucho cuando estuvo a punto de ingresar a los vestidores, simplemente debería olvidarlo y fingir que no lo escucho. ¿era lo correcto verdad?

Sucedió días después en el partido contra la Preparatoria Johzenji en la cual salieron victoriosos, ese día al hacer un increíble salto para no dejar caer el balón en su lado de la cancha Hinata salto dándose impulso con una pared de madera para contestar el tiro volviéndola al juego exitosamente, luego de eso se dio cuenta que había perdido un collar que había guardado en su saco este le pertenecía a su madre, entonces tuvo que regresar a la cancha para buscarla por el suelo después de preguntar al personal de limpieza logro encontrarla, luego más animado se dirigió a los vestidores dispuesto a cambiarse pero al empujar la puerta para ingresar escucho una curiosa conversación.

¿Qué piensas hacer? – la tranquila voz de sugawara se escuchó – si aún no estás seguro de eso no creo que sea conveniente que se lo digas – menciono, Hinata cerro silenciosamente la puerta dejando un tanto junta para escuchar claramente – pero estaré contigo con la decisión que tomes

Maldición ese idiota y su ignorancia solo me está matando – rugió, sin duda era la voz de Kageyama, Hinata escucho algo sonar estruendosamente no estaba seguro, pero apostaba a su vida a que Kageyama había pateado uno de los casilleros – ¿Qué puedo hacer?

El Regalo de cumpleaños - (KenHina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora