Las Leyendas De Gaia

El Palacio Del Tiempo

El tiempo es una invención del ser humano, una herramienta esencial para medir cuánto tardaba la vida en agotarse o florecer. Era algo esencial para los cultivadores, para saber cuándo plantar y recoger la cosecha, cuánto tardaba el árbol en crecer para finalmente talarlo y utilizar esos años quemándose en una hoguera a favor de que sigamos viviendo.

¿A dónde van todos esos segundos, minutos y horas gastados?

En alguna parte de las tierras olvidadas, se erigió un gran palacio de cobre, bronce y latón, en su mayoría formado por engranaje de diferentes diámetros, algunos tan grandes como una casa, otros minúsculos pero todos conectados de forma casi artística para finalizar en una gran torre de poleas y pilares de metal medio oxidados. Cadenas subían y bajaban grandes bloques de metal tallados con símbolos desconocidos al interior del palacio, estos se movían lentamente debido a que eran las poleas de un majestuoso y monumental reloj que adornaba el final de aquella torre. Era algo que parecía construido por grandes gigantes obsesionados por medir la duración de la vida, pero sabemos bien que esta raza es bastante torpe a la hora de emplear labores tan sofisticadas.

El ser que construyó esto debía tener, o tiene, un gran conocimiento de la tecnología para medir el tiempo, de cualquier modo está claro que dicho ser en su cabeza tenía un objetivo.

Este objetivo era intentar controlar al mismo tiempo, o eso es lo que daba de entender con esta construcción, o quizás el anhelo de conseguir más tiempo para él. Pero el tiempo no espera a nadie, incluso este afectó a las paredes y engranaje de metal que conformaba la amalgama de piezas que levantaba aquella estructura.

Solo como una sombra del pasado en aquel valle desolado de alguna vegetación, como dije, se encontraba en la zona llamada "Las tierras olvidadas" donde el palacio se elevaba como un gigante silencioso. Estas tierras áridas y secas son una zona muerta donde nada puede crecer ni vivir y mucho menos subsistir. Pero aunque suene descabellado, en otra época aquellas tierras eran fértiles y vivas... animales de diferentes especies pastaban en grandes manadas, era bastante bello y majestuoso verlo pero lo era aún más el palacio, el cual lucía brillante, de colores dorados y rojizos por los materiales del mismo, pero lo que más llamaba la atención era la torre del reloj que relucía a la luz de la mañana marcando la hora con un mecanismo medido milimétricamente y con una sucesión de cristales hacía que un rayo de luz marcará la hora en el suelo, este tenía placas de metal incrustada en la tierra alrededor del palacio para así marcar con exactitud la hora solar, era increíble ver esa obra de la ingeniería con diferentes métodos y sistemas para controlar el tiempo, pero esto no lo era todo, la torre, como dije antes, también tenía un gran reloj y a su vez un complejísimo sistema el cual a través de las estrellas y movimiento de los planetas medía la hora, días, meses y años.

Era un símbolo para aquellas tierras, un inevitable presagio de que todo en esta existencia debe terminarse y a lo mejor ese era uno de los objetivos de aquel palacio, dar las campanadas del fin. Pero como todos sabemos no puede existir el fin sin el principio, una vida termina para dar paso a otra y así crear el ciclo primordial de todo aquel ser vivo.

¿Alguien sabe exactamente quién habita ese palacio o solo es una estructura vacía?

Hablar del palacio del tiempo es hablar también de las tierras olvidadas, ya que como comenté antes, esas tierras no eran un páramo infértil como es ahora.

Aunque solo son historias, quizás leyendas, la decrepitud de "las tierras olvidadas" está ligada al palacio y a una figura llamada "El relojero".

Bastante leyendas y rumores circula alrededor de esta figura llamada "El relojero". Se dice que él fue quien construyó el palacio. Era un ser humano, estudiante del noble oficio de la relojería. Él aún era un muchacho cuando su fascinación por estas maquina llamaría su atención y comenzaría a estudiarla minuciosamente. Por obra del destino consiguió ser aprendiz de uno de los mejores hacedores de este arte casi desconocido para el pueblo llano. El chico se convirtió en pocos años en el mejor de su clase, tanto era así que sabía identificar el mínimo fallo solo con escuchar el inaudible sonido de los pequeños engranajes de un reloj de pared.

No se sabe a ciencia cierta por qué un buen día desapareció de la ciudad... Se dice que fue por una joven de la cual se enamoró perdidamente, pero esta sufría de una enfermedad que en esta época era bastante difícil de sanar, así que simplemente era cuestión de tiempo de que la joven sucumbiera ante su destino.

Después de 50 años el palacio emergió en aquel valle y desde ese día, lentamente la vida fuera desapareciendo de aquel lugar dejando a la estructura rodeada de la nada.

Se dice que si estás cerca del palacio y te quedas observando detenidamente durante un largo rato verás a través de una de sus ventana a un hombre mayor que observa detenidamente un reloj de bolsillo que dará cuerda con una pequeña llave, si eres una raza con una buena visión como los elfos, verás que en el interior de la tapa de aquel reloj se encuentra una imagen de una joven, imagen la cual este anciano, con sus dedos tembloroso, acaricia delicadamente.